Cada 28 de junio se conmemora el Día Internacional del Orgullo LGBTIQA+, fecha en que se recuerdan los disturbios de Stonewall ocurridos en el año 1969. Es por ello, que aquí repasamos los episodios más trascendentales de la diversidad sexual en la televisión nacional. Desde los pequeños pasos realizados a través de la figura esterotípica del amanerado hasta la inclusión de protagonistas y antagonistas abiertamente homosexuales.
Por Pablo Carrasco.
1981 – Luchín
En la exitosa teleserie “La Madrastra”, emitida a principios de la década de 1980 por Canal 13, surgió el personaje de Luchín, interpretado por el actor Humberto Gallardo, que siempre acompañaba al papel de Paz Yrarrázaval. Su nombre recién fue revelado en la recta final de la historia original de Arturo Moya Grau, ya que al ser un bolo con continuidad, era llamado burlescamente por los roles de Moya Grau y Sergio Urrutia como “el joven del mesón”. Al tratarse del Chile de fines del siglo XX y enmarcado en la dictadura militar, era imposible hablar abiertamente de la orientación sexual de Luchín, ni mucho menos tenerlo en un rol preponderante. Este personaje acabaría sin tener historia propia ni mayor injerencia en “La Madrastra”. Pero aún con leves gestos de amaneramiento, marcó un pequeño precedente en lo que respecta a las telenovelas chilenas a color. Un personaje similar a Luchín se vio cuatro años después en “Morir de Amor” de TVN, con Andrés ‘El Ye Yé’ Hermosilla, encarnado por Alberto Rivera, quien se limitaba a tocar el piano en el bar de los papeles de Mónica Sifrind, Carmen Disa Gutiérrez y Roxana Campos, y a escuchar sus problemas amorosos.
1992/1993 – Amadeo, Pierre y Juanito
Recién en la década de los noventa, ya recuperada la democracia, y en la que supuestamente sería una época para romper tabúes del pasado y especialmente la censura, aparecieron tres roles de la diversidad sexual que comenzaron a hacer más ruido, aunque todavía moldeados en el estereotipo del homosexual amanerado y asexual: Amadeo de “Trampas y Caretas”, Pierre LaFont de “Marrón Glacé” y Juanito Lyon de “Ámame”. Los personajes encarnados por Luis Gnecco, Felipe Armas y Rodolfo Bravo, respectivamente, empezaron a llamar la atención, obteniendo protagonismo y ganándose la preferencia del público. Ya no eran personajes de rellenos como en los ochenta. En este grupo, quien marcó un nuevo precedente fue Juanito Lyon, al ser el primer rol gay con familia, en este caso, una actuación especial del actor Sergio Madrid, en calidad de un primo lejano del conserje del Colegio Rivarosa. Pero aún así, la popularidad que consiguieron Amadeo, Pierre y Juanito, significó indirectamente el bullying para muchos niños de principios de los noventa, repitiéndose situaciones de agresión y acoso en colegios en el resto de la década y parte de los primeros años del siglo XX, debido a que la televisión chilena solo incluía personajes gays desde la vereda de la comedia, siempre y cuando fuesen exageradamente amanerados, llegando a caer en lo ridículo. Ni siquiera el efímero y frenado intento por una representación más realista, a cargo de la sitcom “Vivir al Día” de La Red, mediante el rol de Nicolás Huneeus, pudo dejar una huella considerable en el tiempo.
2003 – Ariel, Efraín y Humberto
El año 2003, la teleserie “Machos” volvió a situar a Canal 13 como líder de audiencia en el horario vespertino, luego de cinco años sin una ficción exitosa y tras el cierre de su área dramática. La premisa de esta historia consistió en cómo siete hermanos lidian y enfrentan el machismo del patriarca del clan (Héctor Noguera). Uno de los personajes más recordados de “Machos” es Ariel Mercader, interpretado por el actor Felipe Braun, que no solo rompió esquemas dentro del guión original de Pablo Illanes, Sebastián Arrau y Coca Gómez, sino que también en la estación televisiva, que en esa época todavía pertenecía a la Pontificia Universidad Católica de Chile. Incluir a un homosexual en la primera fila de la producción, que asumiera su orientación sexual dentro de ciertos cánones y que no guardara ninguna similitud con roles anteriores a él, fue una batalla compleja de sostener para el equipo detrás de “Machos”. “Aunque hoy parezca algo absurdo y difícil de creer, en esa época conseguir ‘permiso’ para contar la historia de Ariel, fue toda una osadía para nosotros. Tuvimos que escribir unas especies de tratados ‘justificando’ la historia, que la productora ejecutiva Verónica Saquel le llevaba al director del canal, para que él tuviera argumentos frente a un consejo superior que al principio no tenía ningún interés en apoyar esta trama”, recuerda Coca Gómez, coautora de la teleserie. “Era una larga cadena de mando que había que mantener informada en todo momento, para que no nos fuéramos a ‘arrancar con los tarros’. Después con el éxito económico de la historia, ya nadie reclamaba por nada. Y los mismos que nos combatían, sacaban cuentas alegres”.
Aún con el éxito de “Machos”, el equipo tenía que ceder a una serie de condiciones impuestas por el consejo superior católico hacia Canal 13, que impedían que se pudiera mostrar por completo el mundo del personaje de Ariel Mercader. “Ariel no pudo tener una relación afectiva de pareja en pantalla. Ese aspecto de su vida se contaba tácitamente, pero la historia debía centrarse en la lucha del único hijo gay de la familia por ser respetado por su padre, sus hermanos y reintegrado en la familia Mercader”, señala la guionista. “Hoy en día, este punto le ha significado fuertes críticas al guión, pero es fundamental entender que, de otra forma, no habríamos podido contar esa historia. Aún así, estoy segura que toda una generación se vio beneficiada cuando por primera vez en televisión abierta, un personaje homosexual era retratado como un héroe, como un hombre de familia capaz de hacer todo por los suyos, una persona con sólidos principios y valores que se ganó el liderazgo entre sus hermanos, a pesar de la homofobia del padre machista”, asegura Coca Gómez, respecto a que ese personaje significó un triunfo no solo para ella, sino también para sus compañeros de guión.
Cabe agregar que la competencia de “Machos” fue “Puertas Adentro”, original de Víctor Carrasco y emitida por TVN, donde se incluyó, no solo a uno, sino que a dos personajes homosexuales y en clave dramática. Se trataban de Efraín y Humberto, roles a cargo de Luis Alarcón y José Soza, que conformaron la primera pareja del mismo sexo en telenovelas chilenas. A pesar de no haber participado en la producción líder en rating del primer semestre del 2003 y que esta apuesta de ficción no ha sido retransmitida en televisión abierta hasta el día de hoy, estos personajes continúan marcando tendencia y generando identificación hasta la actualidad, sobre todo porque la red estatal dispuso de forma completa “Puertas Adentro” en su canal de YouTube dedicado a recordar sus producciones de antaño, ya que siguen siendo la única pareja gay de la tercera edad y de clase social baja en la ficción chilena.
2004 – Carla, Layla, Emilia, Denisse, Nina y Macarena
En el 2004, la televisión abierta vive un destapado año, especialmente en cuanto a contenidos. El encendido aumenta al presentar desnudos y escenas mucho más sensuales en las teleseries de las veinte horas. El 2004 también es el año en que TVN inaugura el horario de las telenovelas nocturnas, siendo “Ídolos” de Alejandro Cabrera, una producción pionera muy a la vanguardia de lo que primaba esa temporada. Meses antes de esa experiencia, el canal estatal estrenó la serie “Bienvenida Realidad”, escrita por Luis Ponce y Hernán Rodríguez, donde presentó a un grupo de jóvenes que vivían intensamente y se aventuraban en las lides del amor y el deseo. Fue aquí donde surgieron los primeros personajes lésbicos en la historia de la televisión chilena: Carla (Sigrid Alegría), abogada de un sello discográfico, y Layla (Claudia Pérez), su novia que coquetea con la protagonista de la serie, a cargo de Isabel Ruiz, que incluso llega a plantearse si acaso es bisexual. En la primera temporada de “Bienvenida Realidad”, Ruiz y Pérez compartirían un beso en pantalla, distanciándose de lo ocurrido el 2001 en “Pampa ilusión” con Claudia Di Girolamo y Amparo Noguera, al existir aquí una connotación claramente lésbica, pero que no fue vista con buenos ojos por las autoridades de TVN. Así lo recuerda el guionista Luis Ponce: “El beso era súper casto, para los estándares de hoy, pero fue cortado al máximo. Nosotros los guionistas, con el director y el productor estábamos en la misma frecuencia. Pero siempre hubo ciertas tensiones entre lo que el canal aceptaba y lo que nosotros queríamos hacer”. Dicha reticencia de TVN a mostrar escenas amorosas entre dos mujeres, también repercutió en “Ídolos”, a través de los personajes de Liliana García y Alejandra Vega, que pese a saberse enamoradas, solo pudieron darse un beso durante todas las transmisiones.
Lejos de Canal 13, Coca Gómez sí pudo incluir en sus guiones mucha más representatividad LGBT, durante los años en que escribió para el área dramática de Chilevisión. “El antecedente de ‘Machos’ fue importantísimo para que todo esto sucediera. Le daba confianza a los ejecutivos, porque sabían que el público ya podía en esos años valorar y atesorar una bella y potente historia LGBT, tanto como cualquier otra. Además, al mando estaba Jaime de Aguirre, que venía desde TVN y había sido el principal impulsor de la apertura de los contenidos del canal después de la dictadura. De modo que nuestros contenidos estaban bien resguardados. El canal completo apoyaba y esperaba que se contaran estas historias. Y así fue”, recuerda la guionista y autora de “Vivir con 10”, “Mujeres de Lujo” e “Infiltradas”, siendo esta última teleserie, la primera ficción que mostró la unión civil entre personas del mismo sexo, años antes de promulgado siquiera el Acuerdo de Unión Civil (AUC), durante el último capítulo. “La idea surgió cuando estábamos creando la escaleta final con mi querida amiga Malú Urriola. Nos habíamos propuesto un final feliz clásico, como de teleserie antigua, muy luminoso y nos dimos cuenta que nuestra pareja más entrañable no podía casarse. Porque era una pareja lésbica y más encima formada por dos detectives de la PDI. Nos pareció demasiado injusto y quisimos romper la norma. ¡Que se casen! ¡Que esa sea la boda del final feliz de teleserie! Al principio, los ejecutivos me miraron con cara de ‘estás loca, eso no pasa, eso es ciencia ficción’. Pero varios en el equipo empezaron a apoyar la idea, partiendo por las actrices Ignacia Allamand y Marcela Del Valle. Fue una decisión maravillosa, potente y con tremenda repercusión, que el público aplaudió, y nos llegó felicitaciones hasta del MOVILH, ya que le mostramos a millones de chilenos que el matrimonio igualitario sí era posible”, comenta Coca Gómez. En la mitad de la década del 2000, la televisión continuó incluyendo personajes de la diversidad sexual en sus producciones, comenzaron a vencerse barreras impuestas por los canales de televisión y algunos roles generaron mucha más repercusión entre los televidentes, como fueron los casos de Lucrecia Santa María (Lorena Bosch) en “El Señor de la Querencia” y Barcedes, pareja ficticia compuesta por María José Bello y Soledad Cruz en “Perdona Nuestros Pecados”.
2007/2008 – La Tanque y Maripepa
En el segundo semestre del 2007, TVN estrenó la serie “Cárcel de Mujeres”, dirigida por Nicolás Acuña y que contó con dos temporadas. Destacó por presentar uno de los primeros personajes trans en la ficción chilena, mediante el rol de la actriz cisgénero Hellen Cáceres: Julia López, alias ‘La Tanque’. En el primer ciclo de la producción, los televidentes pudieron conocer el mundo de este rol, su convivencia con las demás reas, sueños, frustraciones, y el repentino descubrimiento de su paternidad, siendo este hijo en la ficción interpretado por Samuel González. Al año siguiente, la vespertina “Mala Conducta” de Chilevisión, se transformó en la primera teleserie chilena en incluir un personaje trans en su elenco, a través de Maripepa Inostroza, encarnada por Marcela Osorio. Aunque sin el mismo trasfondo que la serie anteriormente mencionada.
2015 – Daniel Zamudio
En marzo de 2012, Daniel Zamudio fue cruelmente asesinado en el parque San Borja, comuna de Santiago, por tres individuos pertenecientes a una agrupación neonazi, solo por ser homosexual. Su muerte movilizó una lucha para exigir respeto hacia los derechos de las diversidades sexuales, así como también instauró la ley de antidiscriminación ese mismo año. En materia cultural, basado en investigaciones periodísticas sobre el crimen, se lanzó el 2014 el libro “Solos en la Noche” de Rodrigo Fluxá, el cual se adaptó un año después como la miniserie “Zamudio”, protagonizada por Nicolás Rojas y dirigida por Juan Ignacio Sabatini para TVN. Nicolás Rojas, actor que dio vida a Zamudio en la adaptación del texto de Fluxá, recibió muchos elogios por su desempeño en esta producción de cuatro episodios. “La verdad es que en un principio no dimensioné tanto la gran responsabilidad y la exposición que se vendría meses más tarde. Durante el rodaje no pude haberme sentido mejor y acompañado de parte de mi pareja de ese momento, el equipo y en especial del director, Juan Ignacio Sabatini”, recuerda el intérprete. Esta miniserie marcó un hito que muy pocos saben, al mostrar por primera vez en la televisión chilena a dos hombres teniendo relaciones sexuales, cuya escena fue protagonizada por Rojas y Omar Morán. Tanto el director como el actor coinciden en que no hubo ningún conflicto ni impedimento de parte de TVN para grabar dicha escena y les asombra pensar en el caso contrario. “Sabíamos que estábamos filmando la primera escena de sexo gay en la historia de la televisión emitida por señal abierta, pero nunca sentimos que estábamos haciendo algo que no se debía o que traería consecuencias negativas y molestias para el directorio del canal”, asevera Nicolás Rojas. “No tenía conciencia de que eso no había pasado en televisión abierta, hasta que la serie salió el aire y me parece que habla muy mal de nosotros que recién ese año, hubiera ocurrido esa primera escena de sexo explícito entre dos hombres”, complementa Juan Ignacio Sabatini.
A pesar de que los tiempos cambien, siempre ha existido el rumor de que todavía existen ejecutivos de canales de televisión con muchas aprehensiones de que en las ficciones que sus estaciones transmiten, aparezcan dos hombres en actitud romántica o de deseo. La guionista Coca Gómez tiene una teoría al respecto: “Las mujeres cis heterosexuales somos mucho más abiertas a ver a dos lesbianas que se aman o se desean, pero creo que, en general, los hombres cisgénero heterosexuales son más reticentes a ver a dos hombres juntos. Toleran más las historias gay femeninas, porque está todo este cuento de la fantasía masculina, del trío con dos mujeres. Pero son mucho más reacios a mostrar escenas de sexo entre dos hombres. Sin embargo, estoy segura que el público sí agradecería que se narraran esas grandes historias de amor, tal como son”.
Volviendo a “Zamudio”, consultados respecto a si han percibido algún cambio importante en la sociedad chilena, después de emitida la miniserie, el director y el protagonista señalan que: “Creo que desde la muerte de Daniel y otros hechos que devinieron más adelante, incluida la ley, sirvieron para que la comunidad LGBTIQA+ reuniera el coraje acumulado, se movilizara y fuese visible para decir “¡PAREN! Ya no más por favor. Somos personas y queremos vivir”, argumenta Nicolás Rojas. “Lamentablemente tuvo que pasar este terrible asesinato para remecer la sociedad, hacernos avanzar y poner el tema en primera plana. Pero creo que hemos dado pasos agigantados hacia adelante, a transformar una sociedad tolerante, inclusiva y respetuosa con los demás”, comenta Sabatini. Quien interpretara a Daniel Zamudio para la televisión agrega que: “La discriminación y los discursos de odio todavía están dando vueltas en esta sociedad, pero sí, hay personas que se están aliando a la comunidad y están dispuestas a defender sus derechos e integridad”.
2022 – Flaviera, Mateo y Gaspar
En materia de ficción nacional, recientemente se despidió de las pantallas la telenovela diurna “Verdades Ocultas”, luego de casi cinco años de transmisión, con una pareja del mismo sexo como los villanos principales, teniendo un final abierto e impune. Meses antes, la misma señal del grupo Bethia finalizó las transmisiones de la nocturna “Demente”, con un AUC entre los roles de Patricia Rivadeneira e Ingrid Cruz, popularmente conocidas como Flaviera y que al igual que el fenómeno Barcedes, el cariño y éxito hacia esta pareja llegó desde países tan lejanos como China y Ucrania.
Desde la irrupción de Ariel Mercader, gradualmente las estaciones televisivas han ido dejando atrás sus conservadoras líneas editoriales al ampliar el registro de los personajes gays, lesbianas, bisexuales y trans con historias diversas. Han sido vistos como personajes populares, antagonistas y hasta protagonistas. Canales de televisión, guionistas y actores han sido aplaudidos por presentar historias de la diversidad sexual, capaces de identificar a cualquier tipo de público. ¿Qué es lo que hace falta ahora? Además de mucha más visibilidad, lo dejamos bajo el criterio de los lectores.
Fotografías gentileza Canal13/TVN/Mega/ChileVisión.