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Almendra Sepúlveda Estévez, una extrovertida y obsesiva joven de veintiún años, hija de padres separados, es el personaje que se convirtió en el debut de la actriz en teleseries y con el que de lunes a jueves aparece en las pantallas de Mega. Junto a “Casa de Muñecos”, este año también ha estado grabando lo que será su primer protagónico en televisión, interpretará a Helga Gunkel en la serie “Helga & Flora” que Canal 13 estrenará el 2019 y que ambientada en la década de los treinta, cuenta la historia de las dos primeras detectives de la policía fiscal de Chile. De ambas producciones hablamos con Amalia.
Por Pablo C.
“Casa de Muñecos” es tu primera teleserie.
Sí. Hice una pequeña participación en “Mamá Mechona”, un bolo con continuidad, pero este es el primer personaje ya estable.
¿Y cómo fue la experiencia?
Muy entretenida, mi personaje es muy entretenido. Almendra es confrontacional, fiestera, conflictiva. Es una persona que tiene mucha pena, tiene mucha rabia, se siente muy abandonada y eso genera obviamente conflictos entonces es muy entretenido hacerla. Como actriz hacer este tipo de personajes es un placer. Además, la historia está muy buena, la escribió la Nona Fernández con el Marcelo Leonart entonces hay un contenido ahí que está muy bien escrito, hay varios conflictos, hay varias posibilidades de desarrollo de las historias dentro de la trama central, está entretenida. Las historias de los jóvenes, nuestras historias, también están potentes, hermosas y con mucho contenido porque también tocan temas de contingencia nacional.
¿Cómo construiste a Almendra?
Desde la observación y recurriendo a algunos referentes de la realidad, ahí empecé a construir desde la organicidad, desde dentro hacia fuera. Además, ella viene llegando de Estados Unidos, de Denver, entonces al Pato (Patricio González) yo le propuse hablar más en inglés, sumar algunas palabras y mostrar como a estas típicas niñas. Eso tuvo súper buena llegada, entonces le metimos eso, pero no es una cosa excesiva porque tampoco distancia, es como desde un lugar amoroso.
¿Y referentes audiovisuales?
No. Creo que los referentes audiovisuales no sirven mucho. Para el look me ayudaron las chiquillas de maquillaje, de vestuario, de arte, en armarlo. Le propuse al Pato que tuviera chasquilla, que tuviera pelo de color, que fuese un poco más trasgresora entre comillas en algunas cosas, pero en el vestuario yo no tuve mucha injerencia, como que me lo propusieron y eso. Pero referentes audiovisuales yo no busco mucho porque creo que esos ya son construcciones de otros actores entonces prefiero buscar en la realidad que además siempre supera a la ficción.
¿Cómo fue trabajar con Paulo Brunetti, que hace de tu padre televisivo? ¿Lo conocías?
Muy buena experiencia. No lo conocía personalmente, pero tenemos amigos en común. Somos muy parecidos en el sentido de ser estudiosos, siempre llegamos con todo aprendido y además me gustó mucho porque tuvimos muy buena conexión. Él fue súper generoso, me entregó muchos tips de cosas específicas del set de una teleserie que es muy diferente al de una serie o el de una película, el tema de las tres cámaras, entonces todas esas cosas me las entregó y fue bacán. Nos llevamos súper bien.
También te relacionas con Sigrid Alegría.
Sí, nos llevamos increíble. Tampoco la conocía. Nos llevamos súper bien, hemos tenido súper buena conexión. En general el equipo como que ha sido súper buena experiencia. También me tocó grabar harto con Alejandro Goic, con quien estamos en una obra que se llama “Cuestión de principios”. Ahí actuamos los dos de padre e hija. En ese sentido súper bien. También recibí mucha contención del equipo técnico que es algo que yo no esperaba de la teleserie, estaba un poco asustada, dije: pucha, en las teleseries uno está más sola, me lo habían dicho otros colegas, pero ha sido súper rica experiencia.
Siendo algo escaso en nuestra industria, ¿cómo ves que la protagonista sea una mujer de casi ochenta años?
Lo encuentro fantástico, lo encuentro hermoso y ojalá haya mucho más actores, que los hay, pero están en sus casas sin pega. Así que ojalá los llamen más para las producciones nacionales de todo tipo no solamente teleseries, también cine, series y webseries. Es muy triste ver que los actores mayores se quedan sin pega, es bueno que estén, que participen. Obviamente la vida no es solamente de una edad.
¿Crees que la teleserie va a dar un impulso para que haya más cabida en la ficción nacional para historias de la tercera edad o para temáticas de la mujer moderna?
Yo creo que las teleseries llegan a un público muy transversal y masivo y espero que eso cause lo que tenga que causar. Las teleseries son un lenguaje muy específico y local. Yo vengo llegando de Alemania y allá las teleseries son de otra manera. Entonces sí, ojalá se hable más de la tercera edad, ojalá se hable más de otras temáticas. A veces las teleseries o las películas como “Una Mujer Fantástica” abren puertas en la sociedad que son muy necesarias. Ponte tú quieren que el próximo año el consejo nacional de televisión entregue menos plata que nunca para las producciones nacionales y creo que eso no debería ser, al contrario, debería haber una política de estado que sustente mejor la cultura.
Habías trabajado en cortometrajes y largometrajes, ¿fue más difícil insertarse en el mundo de la televisión y en la grabación de teleseries que es más desgastante?
Yo creo que es un muy buen training actoral porque una se mantiene actuando, es un lenguaje super especifico que no es el lenguaje actoral de una serie o una película, es un poco más sobreactuado dicho de manera no peyorativa, pero es más entre el teatro y el cine. Y si bien una teleserie son períodos largos de grabación yo no grababa todos los días, eran tres o cuatro veces a la semana y eso es mucho más manejable de un punto de vista de las otras actividades que tengo, como los ensayos o las grabaciones de otras cosas. Lo que sí, fue rico tener un equipo tan buena onda, te daban ganas de ir a grabar y todo eso.
También estás en “Helga & Flora”, cuéntame de ese proyecto.
Es una serie policial de diez capítulos. Ahí yo soy Helga, una de las dos protagonistas. Con la Cata Saavedra somos las primeras dos policías de investigaciones que tuvo Chile y nos mandan a la Patagonia para deshacerse un poco de estas dos mujeres en Santiago. Vamos a resolver un caso de un caballo desaparecido, sin embargo, a partir de eso aparecen otros crímenes. La experiencia fue totalmente hermosa.
El rodaje comenzó en marzo y aún les falta.
Fueron dos meses y medio de rodaje y nos falta una última patita este año. Por condiciones climáticas se redujeron como las horas de luz entonces se decidió que definitivamente íbamos a seguir en noviembre. Ha sido todo súper lindo, una experiencia súper profunda y además mi primer protagónico.