El destacado y querido actor realiza su segunda teleserie consecutiva para Mega en este 2025, mediante la apuesta original de Rodrigo Bastidas, que implica el regreso de Pancho al humor, después de una seguidilla de proyectos audiovisuales ligados al drama. De este cambio de género, su nuevo personaje Jaime Astaburuaga, su opinión acerca de recordadas ficciones en las que participó, así como de las nuevas telenovelas verticales, conversamos en Teleseries.cl con Francisco Reyes.
Por Pablo Carrasco.
¿Cómo describirías a tu personaje en “Reunión de Superados”?
Don Jaime Astaburuaga, como su apellido lo dice, es un personaje muy rancio y de mucho dinero. Se dedica al mundo de las empresas y es muy conservador ideológicamente hablando. Es un tipo que no le gusta que le toquen su mundo o que se metan en su mundo de bienestar. No le gusta mucho la gente más “flaite”, ya que le rechina ese mundo, y no lo entiende. Sin embargo, tiene una pareja (Paloma Moreno) diametralmente más joven que él, con la cual tiene un hijo. No están casados, porque por un tema que tiene que ver con las herencias, no quiere volver a casarse ni armar esos enredos. Es un contrato que no ve con buenos ojos. Pero la ama y está feliz con ella, aunque su novia es mucho más progresista que él y lo critica mucho. Porque Jaime es un personaje sin pelos en la lengua. Es clasista, racista, un poco misógino y anti-movimiento feminista. Todo lo que sea medio “rojillo” lo encuentra atroz, pero nunca desde una profundidad grave. Se transforma en grave por la forma en que lo dice, para los demás y obviamente para la audiencia. Pero para él no. Vive feliz arriba de su caballo, metafóricamente hablando, y no se conmueve con ese tipo de cosas, que encuentra que están demás.
Al ser tan deslenguado y representar características tan negativas, ¿impide que Jaime se desenvuelva entre la comedia y el humor?
Como no se mete en la profundidad de esos temas, sino que, al ponerlos en forma superflua, generan profundidad en sí mismo. Por ejemplo, si yo le digo a mi yerno (Mario Horton) en la ficción “el problema tuyo es que erís negro y por eso, como a la mayoría de los chilenos, no te va bien en la vida”, con eso ya estás generando una profundidad que no existe en Jaime Astaburuaga. Ese tipo de comentarios, que son absolutamente inadecuados, él los lanza con una sonrisa, de modo divertido, como si fuera una realidad concreta que hay que aceptarla y sin buscarle las cinco patas al gato.
Tú y el director Felipe Arratia se incorpora a esta apuesta nocturna después de realizar “Los Casablanca” juntos. ¿Cómo se siente pasar de una teleserie a otra?
Pasar del drama de “Los Casablanca” a esta comedia fue rarísimo. Porque en términos de género tienen distintas dinámicas, distintos timing, iluminación, energía, etcétera. No es fácil y al principio fue un poco chocante. Pero como musculación actoral, me parece alucinante, entretenido y me encanta la idea.
Recuerdo que al principio le preguntaba a Felipe (Arratia) cómo haríamos esto. Y hemos ido descubriendo que no se hace mucha comedia en Chile, sino que en general, la cosa va más por el lado del melodrama. Y descubrir el lenguaje de la comedia ha sido rico para todo el equipo, no solamente para los actores. Para el tipo de cámara, iluminación, todo cambia y todo es diferente.
¿Qué tal ha sido volver a hacer comedia, cuando ya tienes experiencia en este género, gracias a roles como en “Pobre Rico” (2012), “Iorana” (1998) y “De lo bueno… Coco” (1990), programa de humor que dio el entonces Megavisión?
Ese programa con Coco Legrand fue hace tanto tiempo. Éramos muy chicos todos. Pero me acuerdo de que en “Pobre Rico” todo era bastante delirante y lo pasábamos bien haciéndola. “Trampas y Caretas” (1992) también tuvo mucho tono de comedia, donde hice a Maximiliano Cruchaga, que era un hombre prácticamente virgen, que se veía envuelto en este triángulo amoroso con su hermano, lleno de mentiras y falsas identidades, gracias a la manipuladora madre de ambos. Pero debo admitir que yo soy mucho más un actor dramático que comediante, y admiro a colegas que manejan mejor el humor que otros, que tienen la posibilidad y el talento para hacerlo. Es rico volver a la comedia, porque significa aprendizaje y muchos desafíos. Pero la comedia no es solamente una secuencia de chistes, sino que todo un mundo para descubrir, con tiempos y situaciones distintas. Nosotros los del elenco, así como el director, los guionistas, y todo el equipo detrás, tenemos que ir descubriendo, conociendo y aprendiendo de este género. Porque, como decía, en Chile hay mucha más experiencia haciendo drama que comedia, y esperamos tener un excelente resultado.
Este 2025 se cumplieron 30 años del final de “Estúpido Cupido” y 25 desde el desenlace de “Romané”, que actualmente retransmite TVN, y cuyos últimos capítulos siguen siendo recordados, odiados y amados por partes iguales.
Esos finales con los religiosos son difíciles. Había muchas cosas que transar, valores, instituciones de por medio. El Cura Juan y Jaime Salvatierra han sido mis únicos personajes en las teleseries, que han tenido relación con la religión o con religiosas. En “Corazón de María” también me ocurrió, pero esa historia fue mucho más olvidada por el público, que las otras dos, y no marcó mucho. “Estúpido Cupido” y “Romané” son producciones potentes y que todavía se recuerdan.
¿Qué opinas de que Canal 13 y TVN vuelvan a la ficción con las teleseries verticales?
A mí me parece genial. La ficción es algo que no va a morir nunca. Nunca van a poder eliminarla por decreto. Porque es parte de la cultura de todos los pueblos, quienes ancestralmente han tenido un espacio para la ficción y van a seguir teniéndolo. Encuentro súper bien que incursionen, ya sea en las plataformas que puedan, porque a veces los recursos no dan. Que otros canales de televisión, que no sean solamente Mega, vuelvan a acercarse y a mirar a la ficción como solían hacerlo, es excelente. El área dramática de Mega es la que le aporta más audiencia al canal y, por ende, funciona. Me parece genial. Es más trabajo para nosotros y más entretención para la gente.
¿Te imaginas participando en esos formatos en un futuro cercano?
Está todo tan líquido en las comunicaciones hoy en día y con el avance de la inteligencia artificial, no sabemos bien a dónde irá todo. Así que yo creo que hay que abrirse a todo tipo de formato y a todo tipo de experiencias tecnológicas, porque todo está evolucionando muy rápidamente. Restarse de eso o quedarse pegado en otro formato, no tiene mucha coherencia. Lo cual no significa que no se deba seguir incursionando en los formatos tradicionales. Por ejemplo, el teatro sigue siendo presencial, y aunque toda la tecnología nos esté tirando para el lado no presencial y virtual, el teatro sigue siendo importante y la presencialidad de todas maneras necesaria. Ahí sí que creo que como seres humanos y como especie, si nos negamos y nos separamos de la presencialidad de las cosas, jodemos.
¿Por qué no hay que perderse “Reunión de Superados”?
Alguno verá si quiere perdérsela o no. Pero está muy entretenida, divertida, y es una comedia bastante delirante, donde se tocan temas en una superficie que es políticamente incorrecta. Por lo tanto, van a haber temáticas que les van a hacer mucho sentido al público. Estoy convencido que quienes nos vean, se van a divertir muchísimo.
Fotografías gentileza Mega.