El lunes 22 de octubre de 2012, TVN estrenó su decimotercera teleserie nocturna, una historia en tono de comedia que fue protagonizada por Jorge Zabaleta, Álvaro Rudolphy, Fernando Larraín, Andrés Velasco y Rodrigo Muñoz. La producción debutó liderando la sintonía con un promedio de 26.9 puntos tras el final de “Reserva de Familia”..
Escrita por Daniella Castagno, Rodrigo Bastidas, Elena Muñoz, Rodrigo Muñoz, Alejandro Bruna y Nelson Pedrero, “Separados” contó con la dirección de Ítalo Galleani, Felipe Marchetti y Francisco Cortés, la producción ejecutiva de Daniela Demicheli, la producción de Claudia Cazenave y en su elenco también destacaron Sigrid Alegría, Luz Valdivieso, Alejandra Fosalba, Coca Guazzini, Jaime Vadell, Daniela Ramírez, Sebastián Goya, Valeska Díaz, Ignacio Susperreguy, Nicolás Vigneaux, Rosita Vial y Margarita Sánchez.
Tras el final de la teleserie en junio del 2013, sus protagonistas deciden convertir la historia en un espectáculo en vivo que bautizan como “Divorciados”. Estas presentaciones llevan a Zabaleta, Rudolphy, Velasco, Larraín y Muñoz a recorrer gran parte del país.
Historia
El día en que Pedro (Jorge Zabaleta) cumple cuarenta años, Carolina (Luz Valdivieso), su insoportable mujer, lo atosiga y sofoca durante todo el día, pues como siempre ha organizado un fastuoso evento y espera que éste resulte a la perfección. Sus hijos se muestran absolutamente indiferentes y su jefe, quien también es su suegro, lo abruma en el trabajo.
En medio de la fiesta Pedro descubre que un sentimiento extraño se está apoderando de él. Por lo pronto se siente completamente fuera de lugar. Intenta calmarse pero los brujeos permanentes de Carolina sumado a sus descalificaciones lo hacen explotar y, cansado, simplemente se va.
Aburrido de su ex decide dejarla y renuncia a su exitoso pero rutinario trabajo de publicista dispuesto a convertirse en un nuevo hombre. No se imagina que tendrá que soportar la furia y locura de Carolina, quien jamás pensó que él se atrevería a dejarla.
Sin plata y sin trabajo Pedro decide remodelar una vieja casa para compartirla únicamente con hombres separados. En este particular lugar convivirá una fauna representativa de especímenes masculinos: un cirujano en aprietos, un cineasta fracasado, un profesor prisionero de su dominante madre, y un tipo sensible y romántico en busca de su príncipe azul. Todos juntos planean vivir como quieren.
Así en esta casa de separados no se admitirán a las (os) ex, el fútbol y el play station se transformarán en los compañeros más fieles, y los asados, las fiestas y las mujeres serán pan de cada día. Porque Emilio (Fernando Larraín), un tipo encantador repleto de sueños pero un auténtico chanta; Antonio (Rodrigo Muñoz), un solterón mañoso y rezongón que acaba de cortar con el lazo materno; Mateo (Andrés Velasco), el dueño de un bar poco ambicioso que sueña con encontrar a al hombre perfecto y Jaime (Álvaro Rudolphy) un cirujano plástico mujeriego y seductor que nunca imaginó que su abnegada señora lo abandonaría por infiel, esperan sobrevivir a la llamada crisis de la edad media donde esperan comenzar a vivir de otra forma, mucho más libres y sin ataduras. Así es como sueñan pasar el resto de sus días.
En medio de mujeres guapas, romances con jovencitas y en una fiesta permanente estos hombres finalmente formarán un verdadero Club de Toby convirtiendo la vieja casa ñuñoina en un paraíso para hombres solteros.
Sólo que las cosas se complicarán cuando empiecen a aparecer las ex, los hijos, las madres, las suegras, las nanas… Y, por cierto, comiencen a aflorar las peculiares personalidades de cada uno de los que viven en la casa. Porque está claro que independiente de la buena convivencia y las buenas normas cada uno de ellos tiene sus mañas, se empecinarán en demostrar que son autosuficientes y que no necesitan a una pareja a su lado para poder subsistir y ser felices.
Personajes
Pedro Amstrong (Jorge Zabaleta) es un tipo que siempre ha vivido para el resto. Un hombre acostumbrado a hacer lo políticamente correcto en lo profesional, personal y familiar. Lleva soportando, dice, durante años a Carolina, su insoportable mujer, a su jefe, que es su suegro, y a los amigos que le dicen lo que tiene que hacer. Su mujer es una bruja que terminó por aburrirlo, por lo que al cumplir cuarenta años la abandona, renuncia a su trabajo de publicista, y tras una bullida y escandalosa separación, él solo sueña con ser libre, incorrecto, andar de chalas, short y polera, y ser feliz. Vivir lo que le queda de vida a su pinta y partir de cero. Para eso, pone una casa de separados, donde podrá intentar cumplir sus sueños juntos a otros de su misma especie, aunque no imagina que su mujer se volverá una loca obsesiva que no aceptara su ausencia, mientras Pedro le hace ojitos a Amanda, una chica más joven y que lo volverá un rato a la vida tal como él lo imaginaba.
Jaime Mathews (Álvaro Rudolphy). Hasta ahora es un marido encantador, pero tiene según él un “pequeñísimo defecto”: es infiel. Él lo declara como una enfermedad de la que está continuamente intentando salir y experimentando terapias, en la que todos tienen que ayudarlo. Por supuesto, pide la ayuda de su mujer, Verónica a quien culpa indirectamente de su drama. Pero en el momento de los quiubo, con una mujer en frente, no hay nada que lo detenga. Jaime es un completo Don Juan, que conoce por libro las técnicas de seducción. Su pasión son las mujeres porque sin dudas es un conquistador sin límites. Cirujano plástico exitoso, inteligente, interesante y atractivo, el quiebre matrimonial lo desconcierta hasta que en la casa de separados cumplirá su sueño de disfrutar de la soltería al máximo, aunque eso signifique a la vez, y sin darse cuenta, perder definitivamente a quien más amaba en el mundo: su ex.
Emilio Marambio (Fernando Larraín) le gusta vestirse con ropa a la moda, pero que combina con elementos de los años ochenta, lo cuales delatan su verdadera edad. Es un farrero de tomo y lomo, chanta por naturaleza y muy mentiroso. Él está convencido que es un artista, un cineasta que escribe el guión de una película desde que estaba estudiando, pero nunca lo ha terminado. Así como vive a medias no resultó extraño que Macarena, su mujer, lo abandonara cansada de sus sueños infantiles. Pese al dolor que le causó la separación, está convencido que su oportunidad para saltar a la fama está llegando. Dice que le cuesta hablar con palabras porque piensa en imágenes. Y mientras vive en ese mundo de ensueño se las ingenia para no pagar el arriendo, prometiendo siempre que el próximo mes los va a sorprender a todos. Asegura que apenas salga el presupuesto para su película, en la que le tiene prometido un papel a todos sus amigos, y por supuesto a cada una de las mujeres que se cruzan en su camino, él pagará todas sus deudas.
Mateo Fernández (Andrés Velasco) es un hombre muy sensible, romántico y amigo de sus amigos. Siempre atento a los problemas de los demás, a escuchar y ponerse en el lugar del otro. Es dueño de un bar en la plaza Ñuñoa en el que siempre se muestra leal, alegre y encantador por lo que las mujeres se vuelven locas por él. Franco, directo y apasionado para defender sus ideas, Mateo no tiene una ex, sino un ex llamado Andrés a quien está decidido a olvidar y encontrar su príncipe azul. Un hombre que lo contenga, que lo quiera por sobre todas las cosas, que lo haga sentir el rey del mundo y ser su único objeto de afecto. Es por eso que decidió vivir con los separados, porque es aquí donde está seguro que aparecerá el amor de su vida. Por eso se preocupa de poner calor de hogar en esta nueva casa y está siempre preocupado de los detalles. Lo único malo es que tiene un gran defecto: se ahoga con los chismes. No puede soportar saber algo y no compartirlo, lo que le traerá grandes problemas en su nuevo hogar.
Antonio García (Rodrigo Muñoz) es profesor de matemáticas en el colegio del que su mamá es dueña. No sabe hacer nada por sí mismo, es un completo inútil. Mañoso y enojón está siempre viendo las cosas negativas y alega por todo. En un principio es un misterio de quién y por qué se separó. Hasta que sale a la luz su verdadera historia: siempre fue el chiche de su madre María Isabel que le dio todo lo que quiso. Fue a los catorce años que ella le espantó la primera polola, pero él nunca se dio cuenta. Desde entonces, sistemáticamente su madre le corrió cada una de las novias, y por si fuera poco en el plano económico también siempre le manejó las platas. De hecho, cada vez que Antonio recibía su sueldo se lo entregaba por completo y ella le daba una mesada. Hoy a sus cuarenta y cinco está emancipado, porque quiere ser grande y es por eso que decidió abandonar a su mamá. No sabe cocinar ni un huevo y es un desastre en las cosas domésticas. Así que en esta nueva etapa tendrá que aprender a hacerse cargo de sí mismo. Y sobre todo empezar a relacionarse con las mujeres, perder su virginidad y sacar partido de lo bien dotado que está a juicio de sus amigos.
Carolina Cavada (Luz Valdivieso) en apariencias es una mujer encantadora, rápida, astuta y de objetivos claros. Tiene la manía de organizar la vida de todo el mundo. Controladora en especial con su marido y sus hijos, siempre cree estar por sobre los demás con su discurso de psicóloga. Astuta, oportunista y egoísta, siempre pone su beneficio personal por sobre los demás, pero no lo hace de forma burda sino fingiendo parecer la víctima de situaciones que ella misma inventa. Bien paciente hasta ahora es una mujer insoportable en casa que piensa que en su familia y vida está todo aparentemente bien. Pero las cosas se han salido de control con Pedro a quien descalifica habitualmente pues, entre otros, está convencida que no sabe hacer nada sin ella. Quiere manejar su vida y transformarlo en lo que ella quiere de un marido. Así lo hizo hasta ahora, pero él se aburrió. La reacción instintiva de Carolina será hacerle la vida imposible pues no puede siquiera convencerse que la ha dejado de querer y ya no la soporta. Quiere volverlo loco y mientras más locuras hace para ello, más lejos se sitúa de él.
Amanda Valenzuela (Daniela Ramírez) es una mujer muy atractiva, simple y relajada, al punto de llegar a ser muy indiferente. Ondera, divertida y sexy es una chica que pese a no querer explotar su lado sensual todos los hombres mueren por ella. El problema siempre ha sido que muchos no saben cómo abordarla, porque los descoloca a todos con su apabullante personalidad adivinándoles sus intenciones y bloqueándolos con sus comentarios. Amanda trabaja en el bar de Mateo donde habitualmente la jotean algunos parroquianos. Por eso no será raro que muchos de los separados intentarán conquistarla, pero será Pedro quien logre acercarse más a ella. Ella se siente muy atraída por él y es muy probable que todo termine en un tórrido romance, pero los celos enfermizos de Carolina consiguen alejarla rápida y temporalmente. Eso, además, porque está convencida que Pedro no está listo para comenzar una relación.
Verónica Infante (Sigrid Alegría) es ama de casa, muy buena madre y abnegada esposa. Siempre ha tratado de no involucrar a su hija en los conflictos con Jaime y, por cierto, que ni siquiera sospechen cómo es su papá. Verónica ha sido siempre una mujer muy insegura que tiene pavor de perder a Jaime. Es por eso que cada vez que éste ha tenido una aventura, ella trata de no ver y se siente un poco culpable. Como sabe que Jaime es insaciable y ella muere por él está autoconvencida de que logrará cambiarlo. Pero mientras sigue soñando que Jaime recapacitará es la auténtica esposa gorreada a destajo. Cuando por fin se separe seguirá enganchada de Jaime celándolo bastante. Y aunque su amiga Carolina trata de despercudirla presentándole amigos, Verónica no logrará distraerse y hasta cometerá errores en esos encuentros que espantarán a los candidatos. Las cosas se complicarán cuando comience a ver a Pedro con otros ojos mientras, se supone, está ayudando a su mejor amiga a recuperar su matrimonio.
Macarena Damilano (Alejandra Fosalba) es una mujer guapa y sensual, coqueta sin remordimientos y con un cuerpo que todo el que entra al bar de Mateo, donde trabaja como anfitriona, quedan estupefactos. Es tierna y bien romántica y durante mucho tiempo ha estado muy enamorada de Emilio, con quien dos hijos: Teresita, de doce, y Pablo de dieciocho. Hasta ahora siempre apoyó a Emilio, pero está cansada y aburrida de que él no aporte nada en casa. Le dijo que se preocupara de trabajar. Él contestó que no podía contra su naturaleza artística y que se iba. Ella, enrabiada, le rompió el guión que él escribía y lo echó, porque hay una cosa que tiene claro: no volverá con él para vivir lo mismo. Profesionalmente hace su trabajo a la perfección por lo que es muy valorada, así que eso la ayudará a seguir con su vida y sacar a sus hijos adelante. Obviamente en el camino se encontrará con un hombre que confía en ella como nunca lo hizo su marido, lo que la hará olvidar al hombre que creía era el amor de su vida. Sólo entonces se verán los primeros atisbos de Emilio por cambiar y conquistarla y así evitar perder para siempre a la mujer que siempre ha querido profundamente.
María Isabel Correa (Coca Guazzini) es una viuda que no tiene más ojos que para su hijo. Le ha espantado todas las novias, es posesiva con él y siente que será suyo hasta que se muera. Lo curioso es que se ve una mujer muy moderna en su actuar excepto en lo que tiene que ver con su Toñito. De carácter fuerte y muy regaloneadora con su hijo hasta hoy que el hombre es todo un cuarentón lo trata como si estuviera en el colegio: le compra todo lo que quiere, le cocina y la relación es casi como si fuera su marido. Hoy María Isabel está de muerte pues su hijo la abandonó y ella está destrozada. Por eso tratará de que su hijo vuelva a la casa o, por último, irse a vivir con él. En medio de este enredo creerá que Emilio está interesado en ella, pero es todo un ardid de él para sacarle dinero.
Andrés Beneyto (Sebastián Goya) es un tipo elegante, de gusto impecable y encantador cuando quiere serlo. Es rápido para pensar y marca tendencias, es un vanguardista fino. Es un gay completamente asumido, resuelto y determinado que nunca le ha tenido temor al qué dirán. En general es poco perceptivo lo que lo lleva a meter las patas habitualmente. Con el tiempo se ha puesto más frívolo y algo arribista –pese a pertenecer a una clase social acomodada-, incluso su obsesión por escalar socialmente hasta ponerse algo snob lo ha convertido en un tipo un poquito insoportable. Todos estos atributos lo han alejado de Mateo al punto de que han decidido romper por este distanciamiento que los hace sentir que tienen muy poco en común. Pero Andrés no se dará por vencido e intentará reconquistar a Mateo a como dé lugar.
Álvaro Cavada (Jaime Vadell) es un tipo muy refinado y entretenido. Cualquiera se siente poca cosa a su lado. Y él se encarga de hacerlo notar. Es barrero, cariñoso, mal enseñador y sobreprotector con la gente que quiere, pero cuando alguien se le cruza, el odio que despierta en él es aterrador. Algo clasista Álvaro es sumamente exagerado para mostrar sus sentimientos, como también le gusta hacer alarde del dinero que tiene. No soporta a Pedro, a quien considera un perdedor, e intentará hacerle la vida imposible desde la distancia. Ahora que dejó a su hija, está decidido a destruirlo, a él y a la casa de depravados, como llama a la casa de separados. Se enamorará de la madre de Antonio, ambos disfrutan del dinero y juegan a quién tiene más. Se llevará pésimo con Antonio y le cargará tener a este nuevo hijastro tan mamón.
Fotografías gentileza TVN.