Este 12 de octubre se cumple una década de la muerte de la carismática actriz que falleció tras sufrir un accidente vascular encefálico. La figura que se convirtió en una de las grandes protagonistas de teleseries, comenzó su carrera en TVN, cuando en el año 1994 llegó a la pantalla chica interpretando a Camila Sullivan en “Rompecorazón”.
Posteriormente vinieron “Estúpido Cupido”, “Oro Verde” y “Iorana”. Luego, fue fichada por el área dramática de Mega donde encabezó el elenco de “Algo Está Cambiando”. Mientras que al año siguiente llega a Canal 13, casa televisiva en donde realiza “Sabor a Ti” y “Piel Canela”, su última teleserie.
Sin embargo, su último trabajo televisivo se vio de forma póstuma, y es que meses antes de su fallecimiento, la actriz grabó Mariana, uno de los telefilmes de la serie “Cuentos de Mujeres” de TVN que se estrenó durante el 2003. A continuación dos actores que trabajaron con ella, quisieron compartir algunas palabras para recordar a Carola Fadic.
Héctor Noguera: “Todos recordamos a Carolina Fadic con mucho cariño. Yo trabaje con ella en televisión en varias oportunidades, así que conocí su encanto, su simpatía, su valor humano y por supuesto que es una gran pena para todos. Siempre recordamos a Carolina, no se nos olvida su presencia, siempre la echamos de menos y siempre la vamos a querer”.
Alejandra Fosalba: “Con la Carola fuimos súper amigas, siempre me acuerdo, bueno de su simpatía, de su buena onda, de su carisma, pero específicamente me acuerdo de una vez que estábamos grabando una escena de ‘Estúpido Cupido’ y nos dio un ataque de risa, pero feroz. Hicimos, no sé, diez veces la escena, nos reíamos, nos reíamos. El director paro la grabación y dijo, Fosalba y Fadic nos vamos a atrasar por culpa de ustedes, vayan a descansar diez minutos y vuelven y la hacemos, volvimos y nos matamos de la risa de nuevo jajaja. Ya nos sentíamos mal con la Carola, me dolía la guata, nunca en mi vida me había dado un ataque de risa tan grande como con ella, finalmente tuvimos que hacer la escena sin mirarnos, una cuestión ridícula”.