Anoche, a partir de las 23:56 horas, Canal 13 empezó a exhibir su nueva teleserie nocturna, un thriller creado por Catalina Calcagni y Felipe Montero que se centra en la extraña muerte de una joven de clase alta de Pirque y cuyo deceso provocará que salga a la luz pública el oscuro pasado de su familia.
La realización de AGTV que se quedó con el segundo lugar de sintonía en su horario, con un promedio definitivo de 7.6 puntos, partió su recorrido mostrando al clan Cruchaga, el cual en medio de la celebración de un nuevo cumpleaños de su patriarca, Octavio (Francisco Reyes), enfrenta la llegada desde el extranjero de una de las nietas de este hombre, Elena (Daniela Ramírez).
La pediatra radicada en Madrid le cuenta a su abuelo y a su madre, Raquel (Mariana Loyola), que estaba de vuelta en Chile porque su hermana menor, Sara (Florencia Berner), le había pedido, entre sollozos y mucho temor, que regresara al país.
Sin embargo, a su arribo la joven está perdida. Desde la noche anterior en específico, en que compartió con sus primos en el bar de ellos, Cristóbal (Rodrigo Walker) y Alfonsito (Simón Pesutic), que nadie la ha vuelto a ver. Todos preocupados en la familia empiezan su búsqueda.
Y mientras Elena recibe el dato de que Nicolás (Pedro Fontaine), antiguo pololo de Sara, podría saber de ella, la doctora ve en Martín (Álvaro Rudolphy), hermano mayor del joven, a la persona para llegar al paradero del ex de Sara. Es así como le pide ayuda y cuando van camino a la casa de los Fernández, se encuentran con un operativo de la policía.
Ahí Elena se baja del automóvil y ve el cuerpo inerte de su hermana Sara: aparentemente fue un suicidio. Con un dolor desgarrador, Elena no puede creer que su hermana esté muerta, recibiendo el apoyo y consuelo de Martín, a la vez que más tarde llegará el resto del clan Cruchaga al lugar de los hechos. He allí en donde se ve a una madre, como es Raquel, deshecha y a sus familiares entre confundidos, misteriosos y apenados.
Esta última escena marcó el primer episodio y también al público por las desgarradoras escenas desarrolladas tanto por Mariana Loyola como por Daniela Ramírez.
“En general me pasa que cuando tengo escenas emotivas o donde se pide llorar, yo me acuesto la noche anterior pensando en eso, como que entro en un estado desde el día anterior y me despierto en un estado no muy elevado y muy concentrada. Y así fue en este caso, me acosté la noche anterior pensando en eso y partí el día en un estado más callada, concentrada y contenida”, explicó Mariana. Agregando que “dejo que me pase, abro la compuerta de la emoción y vengo preparada para estar abierta al género. No hay que olvidar que estamos haciendo un género que es el melodrama, por lo tanto el volumen emotivo sube y uno tiene libertad de subir esos rangos. A veces en las películas te piden hacer mucho menos y contar sólo con la mirada, y acá hay un desgarro. Yo me dejé llevar y me tiré al suelo porque me resultó algo orgánico y las lágrimas vienen casi por el grito desgarrador. Además, el director (Roberto Rebolledo) nunca dijo corte, por lo tanto yo seguí, seguí y seguí”.
La intérprete rememora que “fue un día bien emocionante para todos y todas, porque era fuerte ver a la Florencia (Berner), a la actriz, ahí, y porque la Dany (Ramírez) también tuvo que hacer su escena y la reconocía primero. Recuerdo que había mucho silencio en el set, en este caso el campo, y el equipo se portó exquisito, súper respetuoso y yo creo que, simplemente, nos dejamos llevar. O sea, estaba todo medido, nunca nada es al azar en un trabajo así, pero yo en particular abrí esa compuerta, sin miedo”.
La mujer detrás de la malvada Raquel Cruchaga cuenta en que su escuela de teatro de la Universidad Católica le enseñaron a trabajar “con cómo reaccionaría si yo estuviera en tal lugar, y creo que para cualquier mamá es lo más brutal y horrendo que te puede pasar. El desafío en este caso fue construir el dolor desde esta mujer, tan dura, malcriada, apática, tan dueña de la verdad y tan aparentemente entera”.
En el caso de Daniela, detalló que “hubo mucha concentración y había que correr y elementos técnicos que teníamos que ensayar, por lo que había que ensayar sin gastar la emoción… siempre es alucinante cuando uno entra en ese trance de actor y hay que decir que uno nunca sabe lo que va a pasar”.
La actriz confidenció que “es una emoción de verdad y cuando es así, no se gasta, no termina, siempre es lo que es y por eso causa lo que causa”, revelando que en el caso de ella “utilizo el imaginario, que puede ser feroz. Uno cree que la vida de los personajes es su vida y yo de verdad pensé que mi hermana amada se hubiese suicidado”.
Ramírez confesó que “fue heavy ver la escena. Insisto en que uno no sabe lo que puede pasar, porque está sintiendo y lo único que tiene que hacer es permitirse esa emoción y esa sensación de sentir. Con eso uno juega y ahí viene el desborde dramático. Es una descarga que uno bota y es de verdad… y después uno hasta queda delicado”.
“Secretos de Familia” fue escrita por Catalina Calcagni, Felipe Montero, Pablo Toro, Claudia Villarroel, Francisca Bernanrdi y Diego Muñoz, dirigida por Roberto Rebolledo y Pablo Aedo, y cuenta con la producción ejecutiva de Pablo Ávila y Matías Ovalle, la producción general de Cecilia Aguirre y Caco Muñoz, y las actuaciones de Álvaro Rudolphy, Daniela Ramírez, Francisco Reyes, Mariana Loyola, Celine Reymond, Álvaro Gómez, Nicolás Saavedra, Giannina Fruttero, Simón Pesutic, Katyna Huberman, Rodrigo Walker, María José Illanes, Nicolás Fontaine, Catalina Olcay, Juan Falcón, Romina Norambuena, Elisa Zulueta, Hernán Contreras, Florencia Berner, Mariana Stiepovic y Aurora Espinoza, entre otros.
Fotografías gentileza Canal 13.