El actor de series como “El Reemplazante”, “Los Archivos del Cardenal”, “Sitiados”, “12 Días que Estremecieron Chile”, “La Cacería” y “La Sangre del Camaleón”, destaca con un rol clave en la coproducción de Chile, Argentina y España. Así, en la serie de Parox interpreta al ex Presidente de la República entre 1964 y 1970, y quien fue el encargado de entregarle el mando del país a Salvador Allende (Alfredo Castro). Anteriormente, el artista dio vida al mismo personaje histórico en el teaser de “Magnicidio”, una nueva serie centrada en la investigación sobre la muerte del exmandatario y que tras varias postulaciones acaba de adjudicarse fondos del Consejo Nacional de Televisión. Tito Bustamante habló con Teleseries.cl y nos contó detalles de su participación en el elogiado drama que este jueves exhibe su desenlace en TVN.
Por Pablo Carrasco.
¿Cómo se dio su llegada al elenco y si acaso siempre estuvo en mente para encarnar a Eduardo Frei Montalva?
Roberto Matus me llamó a un casting para representar al personaje de Eduardo Frei Montalva y quedé. Hace unos años me invitaron a participar en otro proyecto llamado “Magnicidio”, donde representaba a Frei Montalva en su enfermedad y muerte, que lamentablemente se paralizó, porque no recibió los fondos necesarios y por el dictamen de la justicia que todavía está en duda.
¿Qué tal fue para usted asumir este personaje?
Fue realmente importante porque “Los Mil Días de Allende” ha llenado un espacio necesario de información, para abrir un imaginario de lo que fue todo el período de Allende pre y postdictadura. Yo tenía veintiún años para el golpe de Estado, por lo tanto, representarlo para mí significa un honor. Algo de la historia sabía, dentro de lo posible y dentro de la información que tenía. Evidentemente tengo mis aprehensiones con el personaje, pero había que representarlo con mucha dignidad y eso fue lo que hice.
¿Tuvo alguna dificultad para llevar a la pantalla chica al ex Presidente de la República?
Aunque suena soberbio, no tuve dificultades, porque soy un trabajador de la actuación y me pongo al servicio de los directores, de los equipos realizadores y por ahí funciona lo que yo hago.
¿Cómo se dio el trabajo con el resto del elenco?
¡Maravilloso! Creo que esto ha sido un premio a mi trayectoria, porque realmente ha sido una de las mejores experiencias, sin desmerecer las otras que tuve antes en el terreno audiovisual. Tiene un peso tan fuerte, a pesar de que había trabajado con Nicolás Acuña antes en “El Reemplazante” y “Los Archivos del Cardenal”, donde asumí un personaje completamente siniestro que era el fiscal Torres. Pero esto abre una mirada más humana a lo que es la figura de Allende. Existen dos versiones: Salvador Allende es un héroe para quienes lo quisimos y admiramos, o era un monstruo, porque los medios se dedicaron a través de la prensa y de la televisión a negar su imagen y denostarlo. Acá se humaniza y esa humanidad del personaje es maravillosa.
¿Qué opina acerca de lo realizado por el director Nicolás Acuña en “Los Mil Días de Allende”?
Nicolás Acuña es un maestro. No solamente por los resultados de su trabajo, sino que por la forma en cómo desarrolla la humanidad que le da el trabajo y el cariño de todo el equipo que él tiene a su disposición, porque no hay ninguna persona que tenga una actitud errada frente al trabajo. Todos son creativos y cariñosos. Entonces uno actúa sintiéndose como un niño, que está guiado por todos lados.
Esta miniserie representa su octava incursión en una ficción de época para televisión. ¿Le acomoda interpretar a personajes insertos en el Chile de décadas e incluso siglos atrás o no necesariamente?
Me acomoda interpretar cualquier personaje siempre y cuando yo esté de acuerdo con el contenido que tenga el trabajo donde me invita. No me gusta actuar en cosas que son frívolas. Ni en cosas que son solamente de entretención. En el teatro estoy en roles y obras que tienen algún significado para mí y en este lenguaje también.
¿Por qué es tan importante una producción como “Los Mil Días de Allende” este 2023?
Contextualiza algo que se vivió y es necesario no solamente recordar, sino que también abrir el imaginario y abrirles la mirada a los jóvenes, a la gente que no lo vivió o que vivió desinformada, atemorizada, y a la gente que necesitaba un espacio donde se reconociera lo que pasó.
Fotografías gentileza TVN.