Hoy, a las 23:00 horas, TVN estrena el primero de los cuatro capítulos que componen el drama histórico que tiene a Alfredo Castro interpretando al expresidente de Chile, desde su campaña presidencial hasta el día de su muerte, el 11 de septiembre de 1973. La serie creada por Leonora González Jelincic tiene a Carla Stagno liderando el equipo de guiones que también componen Cristián Jiménez, Pablo Manzi y Paco Mateo. En Teleseries.cl hablamos con la profesional y aquí nos adelanta parte de lo que podremos ver a partir de esta noche.
Por Pablo Carrasco.
¿Cómo se dio tu llegada a este proyecto y si acaso fuiste parte de este desde su origen?
El 2021, en plena pandemia, la productora Leonora González me convocó a formar parte del equipo de guionistas junto a Manuela Infante, para una primera etapa de desarrollo del proyecto. Hace mucho tiempo que Leonora y Sergio Gándara (Productores ejecutivos de Parox) querían realizar esta serie, por lo que ya había una base de investigación y durante varios meses seguimos estudiando y asegurándonos con expertos, mientras armábamos las bases narrativas del proyecto. El trabajo se retomó en una segunda etapa el 2022, donde la serie tuvo ajustes de producción y donde se sumaron los guionistas Cristián Jiménez, Paco Mateo y Pablo Manzi para la etapa de guión definitiva.
¿Cómo se dio la conformación y el trabajo del equipo de guionistas con dirección y producción?
La serie fue un desafío por varias razones, implicó un esfuerzo y compromiso tremendo por parte de todos los equipos, y en el caso del guión, desde el comienzo trabajamos muy de la mano con dirección y producción para llegar a acuerdos sobre cómo contar esta historia de la mejor forma posible. Esto tiene que ver con muchas cosas, desde lo obvio como lo son las limitaciones de tiempo y recursos económicos con los que contábamos, es decir, qué podemos filmar y cómo (porque el “papel aguanta todo”) a áreas más sensibles como el cuidado y respeto que debíamos tener para retratar a personajes y a situaciones reales tan emblemáticos.
¿Atravesaron alguna dificultad en la escritura de los episodios?
Diría que una de las mayores dificultades creativas que tuvimos fue dosificar la inmensa cantidad de información disponible sobre los años que abarca la serie (1970-1973) y jerarquizarlos dramáticamente en sólo cuatro capítulos. Pasaron tantas cosas en ese tiempo, que perfectamente se podría hacer una serie con varias temporadas sobre la Unidad Popular y la figura de Allende, lo que nos hubiera permitido poder profundizar en aspectos que son muy interesantes y poco conocidos, pero que lamentablemente no nos “cabían”. Tuvimos que transformarnos en esponjas para absorber lo estudiado y ser capaces de volcarlo en una narración respetuosa con la historia pero a la vez atractiva para la audiencia. En una ficción basada en situaciones y personas reales, surgen más limitaciones que en una ficción pura donde se tiene la libertad de crear personajes y situaciones desde cero y al servicio de lo que uno quiere contar. Si bien hay un punto de vista y espacio para la interpretación, aquí uno no puede llegar y manipular características o hechos históricos que modifiquen el sentido de la historia, por ejemplo, por mucho que como guionistas nos sirviera para tener una mejor progresión dramática o ritmo.
¿Cuáles son las grandes diferencias de “Los Mil Días de Allende” con otras ficciones que han abordado la figura del ex presidente de la república?
La serie se centra en el periodo de la Unidad Popular y no creo que hayan muchas ficciones que la retraten, así como tampoco que entren en el mundo íntimo de Salvador Allende, en sus emociones y las de su círculo cercano. Se abarca lo público y lo político, pero también la vida privada. Pienso que es una tremenda oportunidad para que personas que no sabían de personajes como Augusto Olivares (Iván Álvarez de Araya), Carlos Jorquera (Héctor Morales), Payita (Francisca Gavilán) o Beatriz (Susana Hidalgo), los conozcan y también para poder revisar esta parte de nuestra historia con los ojos de hoy. Para reflexionar, compararnos, darnos cuenta de qué cosas han cambiado y cuáles no.
¿Qué opinas acerca del estigma que tienen las ficciones chilenas, alejadas del mundo de las teleseries, que siempre indagan en la dictadura militar?
Es un mito. Existe un estudio publicado por cinechile.cl en donde se demuestra con números que no es así y cualquiera puede verlo. Hay muchísimas series y películas que no tienen nada que ver con la dictadura. Creo que aquí hay un punto con la difusión de lo que se hace en Chile, quizás, con los recursos que se destinan a ello, y también con las ganas que las personas puedan tener para ver lo que se hace, porque si yo tengo ese prejuicio, de pronto me pierdo de mucho.
Según tu punto de vista, ¿qué personajes históricos fueron los más fascinantes de abordar?
Todos los personajes, obviamente partiendo por Allende (Alfredo Castro). Pero en lo personal, Beatriz ‘Tati’ Allende me impresionó. Creo que se podría contar muchísimo más sobre ella.
¿Por qué es importante que se estrene una producción como “Los Mil Días de Allende” este año y este mes?
Se cumplen cincuenta años del golpe, y creo que es sano que podamos conversar civilizadamente sobre lo que pasó, reflexionar y aprender, aunque sea incómodo. Es uno de los momentos más trágicos de nuestra historia y obviamente nuestro presente tiene que ver con ello. No se puede pasar página si hay temas pendientes.
Fotografías gentileza TVN.