La actriz chilena ahora radicada en España habló con Teleseries.cl acerca de “Smiley”, serie que se estrena por Netflix este miércoles 7 de diciembre y que significa su primer gran proyecto audiovisual en el mercado europeo. Además, la intérprete de “Ramona”, “La Cacería”, “Los Espookys” y “La Jauría” describió su experiencia insertándose en la industria de ficción española y sobre las grandes diferencias y similitudes que comparte esta con la nacional.
Por Pablo Carrasco.
¿Cómo se dio tu llegada al equipo de “Smiley”?
Por casting. Me había venido a vivir a Barcelona hace unos meses atrás y había conseguido un representante a través de un colega y amigo. Aquí en España todo funciona a través del representante. Me envió este casting y quedé.
¿De qué trata tu personaje llamado Patricia?
Es una chilena que llegó a Barcelona a vivir hace unos ocho, nueve años. Trabajaba como repartidora de comida en bicicleta o en moto y en uno de esos pedidos, que entrega, conoce a Vero. Se gustan, empiezan a salir y se enamoran. La serie parte con Vero (Meritxell Calvo) y Patricia, luego de siete años de relación en Barcelona.
¿Qué fue lo que más te gustó de Patricia?
Me gusta que sea una chica que intenta resolver un problema, cuando aparece. Ella ve cómo se pueden solucionar las cosas, cómo crecer como persona, cómo desarrollarse. Le interesa mucho el crecimiento y el desarrollo de su pareja también. Está siempre preguntándose las cosas. Tiene esa chispa y una energía vital muy luminosa. Eso es lo que me gusta de Patricia.
¿Consideras que este personaje fue un desafío o el proyecto en sí de “Smiley” fue el mayor desafío?
Ambas cosas. Porque es la primera vez que estoy trabajando con un lenguaje que responde al género de la comedia romántica. Yo nunca había trabajado ni en largometrajes ni series bajo este estilo. Significó ver mucha comedia romántica, aunque yo no sea una gran consumidora ni de comedia ni de romance. Ir entendiendo un poco el tono actoral, los tiempos, el ritmo y la musicalidad. Cómo es que funcionan ciertos momentos que pueden tener de humor, que es muy rítmico y sonoro. Para mí, fue un desafío ambas cosas: la construcción de Patricia desde este lugar luminoso, a pesar de todas las cosas muy fuertes que le pasan a lo largo de la historia. Como también entender el lenguaje completo general y también por otro lado, me enfrenté a trabajar en una producción grande en un país extranjero, donde estoy recién conociendo a la gente que trabaja en el medio. De alguna manera, no era empezar de cero, pero sí un nuevo comienzo. En Chile he trabajado con mucha gente y conozco bastante cómo funciona el medio y quienes trabajan allí. Es de alguna manera familiar. En Chile hago una serie o una película y llego a mi casa, con mis amigos, con mis amigas. Esto igual implicaba un nuevo comienzo y grande. Una gran producción.
Antes de hacer casting para “Smiley”, ¿estabas enterada del origen teatral de la serie?
Cuando hice el casting, me enteré de la obra de teatro, que fue un hitazo en Barcelona y recorrió hartos países y festivales. La obra trata principalmente de la relación de amor de los dos protagonistas, que en este caso lo hace Miki Esparbé y Carlos Cuevas. Lo que hicieron en Netflix con Guillem Clua, que es también el guionista de la serie, es que toman la obra como una columna vertebral, tanto como elemento base para desarrollar esta historia y otras historias. “Smiley” podríamos decir que tiene un tinte más bien coral. Son cuatro historias de amor que son muy importantes y todas se van desarrollando a lo largo de la serie. Pero la columna vertebral es la de los dos chicos. Entonces, se desprende y se desvincula del lenguaje teatral, porque se concibe desde el inicio como un producto audiovisual, que toma de base la historia de ellos dos. Pero no es una pieza teatral pasada a lo audiovisual.
Después de un año y medio radicada en España, ¿qué diferencias o similitudes has visto respecto a cómo se actúa o se desarrolla ficción en este país, a como se hace en Chile?
Aquí en España se produce muchísimo contenido audiovisual. Hay muchas productoras grabando a la vez y cada una graba muchas cosas al mismo tiempo. Entonces es tan grande esta máquina de producción audiovisual y en ese sentido, sí se ve una gran diferencia con Chile, que es más bien chiquito. La producción que hay en Chile es pequeña y acotada, pero hermosa. La diferencia la veo en cuanto a la magnitud de la producción. Estamos hablando de producciones gigantes que mueven a muchisisísima gente y eso sí se nota. También en la forma de abordar el trabajo. En cuanto a mis colegas no noto tanta diferencia. De pronto, la gran diferencia podría ser que, en Chile, por ejemplo, si no eres una persona que trabaje dentro del mundo de las teleseries, sino que más bien en el mundo del cine, uno no tiene trabajo todo el tiempo y todos los meses. En el cine chileno tú trabajas por proyecto un mes o tres meses. Luego puedes estar fácilmente siete meses o un año sin trabajar en audiovisual y después tienes otro proyecto de dos o tres meses más. En ese sentido, aquí la diferencia que yo veo con mis colegas es que salen de un proyecto y entran en otro. Tienen una continuidad laboral dentro del mundo audiovisual, que les permite tener un training actoral de cine mucho más frecuente del que se puede tener en Chile, porque en Chile no hay tanta producción. Aparte de eso, la forma de abordar el trabajo como actores y como actrices es más bien similar. Compartimos las mismas bases y Chile tiene un nivel de formación actoral muy bueno. Hay actrices y actores increíbles. La actriz chilena y el actor chileno poseen esta cosa que nos enseñan en la escuela, de poner una silla, un foco y con eso armarse el mundo. Los actores y las actrices chilenas tenemos ese otro training que podríamos pensar incluso vincularlo con uno que responde más bien a la escasez, como a una necesidad de desarrollarse en esto.
¿Cómo ha sido tu recibimiento en España?
Increíblemente bien. Mis trabajos han sido principalmente en Barcelona. Yo llegué a Madrid, arrendé un departamento, estuve seis meses allí antes que me saliera mi primer trabajo que fue en Barcelona, que consistió en una participación pequeña en una película, que era una coproducción México-española. Luego de eso hice el casting de “Smiley”, quedé en la serie y la grabé. Cuando termino la serie, me sale otro personaje en una película de Barcelona, que es otra coproducción grabada en la ciudad, de ciencia ficción. Muy increíble. Los tres trabajos que he tenido, ahora entro a un cuarto trabajo, que también es otra serie hecha en Barcelona y para Netflix, han sido hechos en esta ciudad. Mi ingreso al mundo laboral fue allí. Barcelona parece otro país. En Barcelona y Cataluña hay una conformación identitaria tan pregnante e importante que, siento que fueron los catalanes y catalanas quienes me recibieron. Ha sido una recepción bellísima. Creo también que de alguna manera compartimos cierta sensación identitaria en Chile con los catalanes, que tiene que ver con esta energía que va hacia la independencia, repensar la historia, conservar sus raíces y su idioma. Es un buen match Chile y Barcelona. Por cosas del universo, los tres personajes que he hecho hasta el momento son chilenas. Porque necesitaban personajes latinoamericanos y la nacionalidad lo iba a definir la actriz. Como quedé yo en los personajes, fueron chilenas.
¿Qué expectativas tienes con el estreno de “Smiley” en Netflix?
Estoy muy ilusionada. Me encantaría estar con mis colegas celebrando y viéndolos a todes al mismo tiempo. Sobre todo, con Meritxell Calvo, que es la actriz que hace de Vero, mi pareja en la serie. Pero voy a estar grabando en Lisboa una película. Entonces no voy a poder juntarme con mis colegas ni estar en el estreno. Pero me genera mucha ilusión poder ver el trabajo, porque una igual va un poco a ciegas y confiando en todo lo que contiene dentro del cine, que es la dirección y la cámara. Pero uno no se entera realmente hasta que ve la cosa final. Recién voy a saber cómo lo hice el 7 de diciembre.
Además de lo mencionado, ¿tienes otros proyectos ya sea en cine, televisión o teatro para el 2023 que te vinculen a Chile?
Estuve casi tres meses en Chile haciendo una obra de teatro, que se llama “Pam Berry”, que la dirigía Ana Luz Ormazábal, que pertenecía a la Muestra Nacional de Dramaturgia y la escribió Rae del Cerro. Personas muy importantes del teatro y para mí, fue un orgullo viajar para trabajar con ellas. Cuando estaba en Chile, empecé el rodaje de una película que es una coproducción de Argentina, Chile y Portugal. La película que voy a terminar de grabar en Lisboa es una coproducción chilena, que la dirige Martín Rejtman. Estoy proyectando el trabajo de una pieza teatral con Chile. La montaría en España, pero es con Chile.
Fotografías gentileza Sergio Lardiez / Andrea Resmini-Netflix.