En un nuevo capítulo del programa “Modo Teleseries”, la intérprete rompió su anonimato y habló acerca de este querible personaje de la teleserie de TVN del año 1996 y el motivo por el que se alejó de la televisión para vivir en el sur de Chile.
Hace ya casi veinticinco años, la guerra de las teleseries del segundo semestre presentó a “Adrenalina” de Canal 13 y “Loca Piel” de la señal pública. La telenovela ambientada en un colegio fue un verdadero boom. Sin embargo, la comedia romántica en que debutó Javiera Contador, también contó con su público fiel. “Loca Piel” fue un semillero de actores, como Francisco Pérez-Bannen, Mónica Godoy y hasta Jorge Zabaleta. También hubo un pequeño grupo de actores de los que nunca se volvió a saber. Entre ellos estaba Karin Alejandra Wilkomirsky Larrahona.
Quienes vieron esta teleserie se acordarán de la actriz como la chispeante María Flores, personaje que era apodado en la historia como Mary Flowers, que cantaba muy bien en inglés, soñaba con escribir y era víctima de bullying, a raíz de su sobrepeso.
“Desde chiquitita andaba revolviéndola en el colegio. En los recreos encerraba en la sala a mis compañeros e imitaba frente a ellos a todos los profes”, cuenta Karin, que a falta de escuelas de teatro en su ciudad natal, se esforzó para postular y quedar en la carrera de actuación en la Pontificia Universidad Católica de Chile. Sus padres no querían que fuese actriz y si estudiaba actuación en Santiago, tenía que ser en una universidad. “En esa época, todos los que queríamos ser artistas, teníamos que ir a la capital. Es un peregrinar para los que somos de regiones y tiene su precio”. En sus años como estudiante de teatro, Karin tuvo a destacados actores como compañeros, por ejemplo, Paulina Urrutia, Remigio Remedy y Lorene Prieto. De hecho, la ex ministra de Cultura asistió a su matrimonio en Concepción, a fines de los 90. Desde que está establecida en la Región del Biobío, Karin perdió contacto con amigos y conocidos de la actuación que viven y trabajan en Santiago.
Si bien, antes había hecho bolos en el género, la actriz que en 1996 retornaba de Brasil, tras una gira con su grupo musical Brigada Éter, desclasificó que su debut oficial en las teleseries se dio gracias a que “era bien amiga de Óscar Hernández, y él me hizo la movida para poder ir a entrevistarme con Quena Rencoret a TVN. Yo justo me había ganado un premio como mejor actriz en un festival de cine. Entonces la Quena se impresionó, me hizo una prueba de cámara con Paola Volpato y ahí quedé lista y paradita. Yo necesitaba trabajo, así que estaba feliz”. Karin quedó sorprendida cuando le contaron que su personaje iba a ser obesa, ya que los kilos de más, siempre fueron tema durante su crecimiento.
En el guión de la teleserie siempre estuvo contemplado un personaje con sobrepeso que, al igual que el cuento de El patito feo, sufría una transformación casi al final de la historia. En este caso sería adelgazar. Pero Karin no era lo suficientemente voluminosa para este papel. Pablo Ávila tuvo la idea de hacer engordar a Karin Wilkomirsky, proponiendo tenerle todos los días una hamburguesa cuarto de libra. Pero esta ocurrencia, no fue del gusto de María Eugenia Rencoret, que tal como lo recuerda Karin, la directora se pronunció y dijo: “¡Cómo se te ocurre decirle a la niña que engorde, si después va a ser un trauma para ella bajar de peso! ¡Espuma!”. En las bodegas de vestuario de TVN, encontraron lo que necesitaban. “Estaban guardados estos trajes que usaban en el Japenning con Ja y esta gorda, con estas pechugas, poto, brazos, era lo que usaban de vez en cuando en estos sketches que hacían en el Jappening”, reveló en forma inédita Karin Wilkomirsky, que pasaba mucho calor grabando en los sets de ChileFilms, con el traje de espuma encima.
El personaje de María Flores rápidamente acaparó la atención de los seguidores de “Loca Piel”. Su optimismo, torpeza y ternura, fueron claves para que el trabajo de Karin destacara. Llegó a ser mencionada por revistas de espectáculos, como uno de los personajes más queridos de 1996. Karin señala que su rol sobresalió, al contar con una psicología inusual dentro de la sociedad y la televisión chilena. “María Flores tenía algo que hoy es poco popular, que es esa cosa de creer en las personas. Ella era espontánea, genuina, cariñosa, ingenua, pero llena de vitalidad, de proyectos y apostaba por ti, aunque tú la trataras mal. Tenía algo que tienen los niños, que es una transparencia para ver la vida. Es como una especie en extinción. Ya no existe gente así, prístina”, opinó al respecto. La actriz penquista confiesa que a medida que creció su personaje, María Flores pasó a ser una especie de referente para algunas adolescentes. “A la salida del canal, me encontraba con niñitas gordas y con apoderados que iban con sus hijas obesas y querían presentármelas, para mostrarles que María Flores estaba en una cruzada para adelgazar y que era posible, que ella iba a llegar al éxito y que tenía su autoestima alta. Entonces yo les decía a las niñas: “¡Sí! Yo estoy a dieta. Yo voy a cantar, voy a salir en un evento. Ustedes pueden. ¡Síganme! ¡Mírenme!”, añadió Karin.
En “Loca Piel”, Wilkomirsky se hizo muy amiga de Eduardo Barril, Sebastián Arrau y Alejandra Fosalba, que es oriunda de Concepción, al igual que Karin, y con quien había estudiado en el mismo colegio. Los personajes de Arrau y Fosalba, como varios en la producción, lanzaban capítulo tras capítulo comentarios ofensivos a María Flores. Acerca de lo normalizado que era el bullying hacia su papel, Karin dice que como actriz, nunca se cuestionó eso, al estar aprobado el libreto por esferas más altas. Pero tiene conciencia de la crueldad que enfrentaba María Flores y que su rol termina adelgazando principalmente por la presión de quienes la rodean. “Si fuera por ella, hubiera sido gordita para siempre, porque nunca se sintió incómoda con su físico. Nunca terminó queriendo tomarse un frasco de pastillas. Hoy hubiese sido muy bonito que el personaje terminara escribiendo una obra de teatro, porque le gustaba la dramaturgia, que su recompensa fuese ser validada por su creatividad, su talento y por su cabeza. No porque tiene una cintura de 60 centímetros”, se sincera la actriz.
Karin es crítica respecto a los estereotipos por la imagen que se expusieron en la teleserie y que continúan presentes en la sociedad, sobre todo hacia el sexo femenino. “No se imaginan el desgaste que es para las mujeres mantenerse siempre flacas y bonitas. Hemos construido una sociedad que valora eso por sobre que alguien sea generoso, humano, sencillo o cariñoso. Pero si tú ves una mina o un mino, se te nubla la razón y eso pasa a ser lo principal”, argumenta la ex Mary Flowers. “Si vas a Ñuble, Chiloé o al norte, no vas a encontrar a estas niñitas rubias, flacas, de pelo liso y ojos verdes, que llenan la publicidad. ¿Por qué no aparecen mujeres con un poquito de bigote, más morenitas o con pelo crespo? No sé si tiene solución realmente, porque el mercado necesita plata y ellos no van a arriesgarse a no mostrar a mujeres bonitas o a hombres musculosos”, revela la actriz. A pesar de esto, Karin destaca a Tamara Acosta y a Daniel Muñoz, como actores que por sus rasgos físicos logran identificar a la audiencia. “Hay un error desde los productores y de quienes conciben las teleseries. Porque los personajes que se identifican con la gallá, funcionan y lo hacen re bien”, afirma.
El alejamiento de Karin Wilkomirsky de la televisión, sucedió poco tiempo después que terminaron las grabaciones de “Loca Piel”. La actriz ya había contraído matrimonio y tenía ganas de ser madre. Pero no la llamaron inmediatamente de TVN para alguna de las teleseries de 1997. Aún así, Karin decidió esperar un mes. Si no recibía algún llamado, iba a quedar embarazada, propósito que finalmente cumplió. En su primer mes de embarazo, la ex María Flores recibió una oferta para un rol cómico en un programa de Felipe Camiroaga. “Le pregunté a la producción si podía grabar estando embarazada y me respondieron que no, que el personaje no podía empezar a engordar. Entonces me llamó Malucha Pinto para protagonizar Cartas a Tomás, la obra de teatro sobre el libro que escribió sobre su hijo. Les dije lo mismo sobre mi embarazo y también me respondieron que no. Después me llamaron de Canal 13 para hacer la teleserie de turno y lo mismo pasó. Yo dije: “Ok. Esperé un mes, no me llamó la Quena, me llamaron de otras partes, yo ya estaba embarazada: ¡Me voy!””. Fue así como abandonó Santiago, junto a su marido, para establecerse en Concepción. De eso, hace ya 23 años.
Karin admite que en un principio fue difícil procesar la decisión tomada, ya que en esa época, en Concepción todavía la reconocían por su trabajo en la teleserie, y que durante mucho tiempo, se topaba en la televisión con telenovelas o series donde aparecían actores con quienes trabajó. Sin embargo, está orgullosa de haber dado un vuelco a su carrera, donde inauguró la primera escuela de teatro de Concepción, hizo radioteatros, cortometrajes, obtuvo varios Fondart, fue productora de un canal de televisión local e hizo clases en la Universidad del Desarrollo junto a Cristián Campos. Actualmente, Karin dirige el diplomado Coaching y Expresión Escénica en la Universidad de Concepción, hace clases en la Universidad Católica de dicha ciudad y también tiene una compañía de teatro para empresas y colegios. Respecto a volver a actuar en la pantalla chica, pese al tiempo transcurrido, no cierra las puertas: “¿Por qué no darse unos gustitos? Con mascarilla y que no me hagan disfrazarme de nuevo. Gorda 2.0 no. Todo es posible en la vida. No hay que cerrarse. María Flores está abierta al mundo”.
Fotografías reproducción TVN.