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El domingo en “Casa de Muñecos”, Matías Andrade Falco, único hijo de Federico (Alejandro Goic) y Leonor (Sigrid Alegría), fue protagonista de una brutal golpiza homofóbica, hecho que llevó al universitario a confesarse a sus padres de su orientación sexual. La revelación continuó en el capítulo de anoche, cuando decidió enfrentar al resto de la familia. Tras el personaje se encuentra el actor que egresó de la universidad de Chile el año 2013 y que también ha sido parte de producciones como “Papá a la Deriva”, “Sres. Papis” y “Soltera Otra Vez”. Hablamos con él y aquí nos cuenta de su nuevo desafío en teleseries.
Por Pablo C.
Después que debutaste hace tres años en “Papá a la Deriva”, este nuevo personaje se lee más relevante. Cuéntanos de Matías.
Matías tiene veinte años, es estudiante universitario de diseño gráfico, hijo de Leonor y Federico, y es un personaje que entra con una historia desde un principio, dentro de la familia Falco. Matías viene a revelar sus secretos más profundos, va en búsqueda de la verdad, lo que lo hace luego querer comprometerse con su propia verdad, querer desentrañar el conflicto allá afuera con su familia, lo que está pasando. Es un personaje cuyo motivo es buscar la verdad.
¿Realizaste casting o fuiste llamado para el personaje?
Realicé casting solo para este personaje. El proceso duró como un mes y al finalizar el mes, me avisaron que había quedado para Matías.
¿Y cómo lo construiste?
Desde la búsqueda de mi propia verdad, de cómo comunicar una verdad. Más que una caracterización, es la búsqueda interna de esa verdad, de cómo comunicarla. Yo creo que en lo que somos parecidos es en la sensibilidad y en los miedos a comunicarse desde un principio. Esos miedos son su propio motor, para luego abrirse a hacer honesto consigo mismo y comunicar su verdad hacia su familia. Es un personaje que parte muy silencioso en esta familia medio italiana, donde todos tienen mucho diálogo. Así que esa fuerza que tiene esa familia lo incita a abrirse desde su propia verdad, su propio camino, que le permitirá ir desenvolviendo los conflictos que empiezan a suceder con sus papás y sus abuelos.
Habías trabajado con Héctor Noguera en teatro Camino. ¿Cómo fue reencontrarte con él, ahora interpretando a su nieto?
Yo ya lo siento como un abuelo realmente. Al verlo a él así, me permite entrar a la historia desde el lugar de la verdad y poder empatizar con esa verdad. Fui docente en teatro Camino, luego ayudante y ahí nos fuimos conociendo. Con esta teleserie nos acercamos más, desde el acercarnos realmente y comunicarnos, compartir experiencias, poder escucharlo, ver su sabiduría.
¿Y trabajar con Gaby Hernández como abuela?
Una linda experiencia. La Gaby tiene mucha fuerza y poder de decisión. Me gusta admirar mucho a la gente a la hora de trabajar y lo que más admiro de ella es su poder de comunicación.
Sigrid Alegría y Alejandro Goic son tus padres en la teleserie. ¿Cómo ha sido trabajar por primera vez con ellos?
Conocerlos ha sido una muy buena experiencia, porque a los dos los admiraba desde antes. Me dije a mí mismo alguna vez: me gustaría en algún momento trabajar con ambos. Y me tocó hacer el casting con ellos y ese efecto de enamoramiento de haberlos visto en el casting, fue lo que me permitió entrar en contacto con ellos. Ha sido una linda experiencia conocer a Sigrid por el lado maternal, su sensibilidad, y el lado de Goic, paternal, su historia, a mí me ha conmovido mucho, me ha invitado mucho a acercarme a ellos, a escucharlos. Eso ha sido para mí súper necesario y lo que me ha dejado como experiencia, sobre todo esta teleserie. El acercarme realmente a mis compañeros como un vínculo real, más allá del trabajo. Porque ese vínculo me permite entrar en confianza y en diálogo con lo que ellos representan, que son mis papás.
¿Qué es lo que más rescatas de haber formado parte de este proyecto?
Es una teleserie que ha trabajado mucho con la verdad interna de los personajes. Con escenas que a veces parecen simples al leerlas, pero tienen una profunda psicológica que es muy interesante. Que a cada uno lo compromete de un lugar súper interno. Los símbolos con los que juega la teleserie también van completando una atmósfera emocional que es muy linda en la teleserie. Es un muy buen elenco y equipo. Nada que decir al respecto. Me produce una enorme admiración cada uno. He aprendido mucho de cada uno. Por lo menos en esta teleserie, ha significado para mí abrirme a la experiencia de poder ver y aprender del otro.
¿Crees que la nocturna marcará algún hito en adelante, al tener como protagonista a una mujer mayor de setenta años, en lugar de una actriz más joven, permitiendo que haya más espacios para historias de la tercera edad en la ficción televisiva?
Yo creo que sí, aunque no sé si marcar un hito. Lo que pasa es que se cuenta una historia que es muy humana, que, al ponerlo en el papel de Gaby, que son los abuelos de la teleserie, va a remover mucha conciencia. Y eso para mí es muy lindo que suceda, porque puede ocurrir a cualquier edad, no tiene que ver con un rango etario, pero que suceda en ese segmento etario, es muy importante, lo que yo creo que es un logro en la teleserie. En Chile juzgamos mucho la edad, sin embargo, toda la experiencia e historia está en la tercera edad.
¿Cómo invitarías a los televidentes a ver “Casa de Muñecos”?
Tienen que verla porque es una teleserie que va a permitir escucharse internamente, oír su propia verdad, verla reflejada allá afuera, en estos personajes, en una historia, pero que finalmente nos compromete a todos. Más allá de la historia de la mujer incluso, es todas las conciencias que se están removiendo actualmente, lo que es muy importante.