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Hoy Mega estrena su nueva teleserie para las veinte horas. La trama escrita por Rodrigo Cuevas, José Fonseca, Claudia Villarroel e Isabel Budinich, que cuenta con la dirección de Víctor Huerta y Matías Stagnaro, presenta tres historias de forma paralela. Y es que mientras miles de chilenos esperan el sorteo del premio más grande de los juegos de azar, más de seis mil millones de pesos, tres compatriotas resultan ser los ganadores. Para ellos sus vidas nunca volverán a ser las mismas.
Nelson Peña (Jorge Zabaleta) es un chileno medio que vive en un pasaje de Renca y trabaja hace quince años en una ferretería como vendedor. Aunque muchas veces ha querido renunciar, le pone el hombro para luchar contra los problemas económicos y darle la mejor vida posible a su familia. Nelson, inmaduro, soñador y muy emocional, es puro corazón: generoso, leal en sus vínculos de amistad y sufre cada vez que su familia o amigos están en problemas. Es apasionado e impulsivo, pero Julia, su mujer, su cable a tierra y a quien ama por sobre todas las cosas, tiene una gran influencia sobre él. Así como ama a sus hijos ama igualmente al Renca Juniors, un club de fútbol de segunda división. Durante diez años ha jugado religiosamente a los juegos de azar soñando con ese golpe de suerte que le permita dejar atrás las deudas y pellejerías. Cuando por fin lo gana, su vida da un vuelco que jamás imaginó. Sin cambiarse de barrio ni renunciar a sus raíces, Nelson comparte, festeja y disfruta sin complejos de su nueva riqueza. Y es también quien va por un sueño mayor, por un objetivo casi delirante: compra el Renca Juniors, con el propósito de ganarlo todo y convertirlo en el Real Madrid de Sudamérica. Este sueño revoluciona al barrio y al ambiente deportivo, pero por sobre todo se transforma en una fuente de conflictos con Julia, que no puede dejar de ver esto como una locura. Es así como Nelson tendrá que hacer más que un sacrificio por mantener a su familia unida, luchar por sus hijos y por la mujer que ama tras verse entrampado por ambiciones y sueños que lo podrían alejar de su verdadera esencia.
Julia Molina (Mariana Loyola) es la esposa de Nelson. Creció en Linares en una familia de clase media baja. Al terminar cuarto medio se vino a Santiago a trabajar como vendedora. Así fue como conoció a Nelson, el único hombre importante que ha tenido en su vida. Cuando nació su primer hijo decidió quedarse en casa y aprender un oficio: modista. Hoy día fabrica delantales y buzos escolares, siendo reconocida en el barrio por su responsabilidad y buena mano. Es madre de Camila y Ronaldo de quienes vive preocupada todo el tiempo. Es cariñosa y dedicada y siempre velando por el bienestar de su familia. Resuelta y clara en sus parámetros, manifiesta su opinión de manera transparente sin miedo al conflicto. Le cuesta cambiar de opinión sobre todo cuando se trata de proteger a su familia. Es el cable a tierra de su marido, ya que es mucho más realista. Luego de que Nelson gane el premio mayor, Julia al fin obtiene la seguridad y estabilidad que siempre soñó para su familia y poder crecer ella como mujer. Sin embargo, mientras Nelson disfruta sin tapujos el dinero, Julia tendrá que ir detrás cuidando dicha fortuna no termine afectando la estabilidad familiar o acabe destruyendo por completo la relación con su marido.
Pascuala Domínguez (María Gracia Omegna) es una asistente social, soltera, que corre todo el día entre empleos inestables para lograr mantener a Pipe, su hijo de siete años, de quien es madre y padre a la vez. De pequeña fue una niña muy inquieta, inteligente y vivaz, pero con cierta torpeza para las cosas prácticas. Esto no fue obstáculo para que fuera una excelente alumna en el colegio y la universidad, además de muy solidaria y con una fuerte vocación social. Orgullosa, Pascuala no quiso aceptar la ayuda cargada de reproches de sus padres y terminó la carrera con mucha dificultad. Es una persona íntegra y transparente, que expresa sus opiniones con sinceridad. Aunque a veces esa integridad raya en la rigidez. Oriunda de Punta Arenas, todo se complica para ella porque no tiene redes en Santiago que la ayuden a sobrellevar su pesada carga. Es por eso que Pipe le regala un cartón de un juego de azar, con la esperanza de que tengan un mejor futuro. Lo que no está en los planes de Pascuala es que ese mismo día, en los estacionamientos de un centro comercial, Miguel le robe el auto con el cartón adentro. Él se queda con el cartón que encuentra en el auto y se transforma en un nuevo millonario. Por su parte, Pascuala nunca supo que aquel cartón tenía los números premiados y sigue con las dificultades propias de su vida. Ella ha sido drástica en poner fin a potenciales relaciones sentimentales y a cerrar capítulos de su vida que puedan amenazar su aparente estabilidad emocional, sin embargo cuando conoce a Miguel se ilusiona rápidamente con él. Comienza a confiar por primera vez en un hombre y aceptar el apoyo y amor de otro para sanar sus heridas, aunque todo se esté construyendo sobre una bomba de tiempo.
Miguel Zunino (Gonzalo Valenzuela) tuvo una infancia dura y muy solitaria. A su padre lo vio solo una vez cuando muy niño y su mamá falleció cuando él tenía sólo doce años. Miguel quedó completamente solo y desamparado. De ahí a dejar el colegio y realizar hurtos menores para subsistir hubo un paso muy corto. Gracias a su verdadera naturaleza, noble y solidaria, nunca ha sido un ladrón violento: su especialidad es el robo de autos sin usar la fuerza. A ratos malas pulgas, proyecta indiferencia e independencia, manteniendo un círculo cerrado en torno a su vida privada. Vive en una pieza pequeña y sencilla. Sus vecinos apenas lo conocen, pero respetan su espacio pues no se mete en problemas y paga su arriendo puntualmente. Su único lujo es una moto y un plasma en que disfruta viendo películas de acción y también “El Chavo del 8”, pues le trae los únicos recuerdos felices de su infancia. Pololea con Tamara. A pesar de llevar años de relación, no ha decidido comprometerse, ya que ella está más enamorada que él. Pese a la imagen que ha construido, en el fondo es un tipo sensible, capaz de conmoverse y de actuar con nobleza cuando ve desamparo. Cuando conoce a Pascuala tiene la oportunidad de revelar su verdadera esencia y desplegar su nobleza en actos concretos. A la vez tendrá que batallar con sus propios secretos, el miedo a ser herido y el revivir nuevamente el desamparo afectivo de su infancia.
La tercera ganadora es Matilde Varela (María Fernanda Martínez). Hija mayor de Andrés Varela y Mariana Sotomayor. Su mamá murió cuando ella tenía once años y su hermano tres. Más tarde su padre volvió a casarse, pero falleció en un accidente automovilístico a poco tiempo del comienzo de su nuevo matrimonio. De esta forma, los hermanos quedaron huérfanos de padre y madre viéndose obligados a vivir con su madrastra Mónica y su hija Begoña. Tras las tragedias que golpean su vida, Matilde tuvo que endurecerse para sobrevivir y proteger a su hermano, aunque su verdadera esencia es ser una niña alegre, imaginativa y cariñosa. Sus principales herramientas han sido su inteligencia y voluntarismo. Pero esto convive con una autoestima dañada por la sensación de indefensión y por las ironías y humillaciones a las que Mónica y Begoña la han sometido. Su historia de vida le ha generado un dolor y una rabia que hasta ahora ha mantenido reprimida, pero que amenaza con pasarle la cuenta en cualquier momento. El millonario premio es su oportunidad para liberarse de su madrastra y hermanastra y así intentar construir una nueva vida junto a Tomás. Sin embargo, la alegría dura poco: pronto se entera de que la ley impide que un menor de edad cobre un premio de azar. La adolescente queda en serios problemas, el único pariente cercano que tienen es un abuelo con demencia senil y de su madrastra ni hablar. Mientras mantiene todo en secreto, debe encontrar una persona confiable que cobre el premio por ella, con sólo sesenta días antes de que se acabe el plazo para hacerlo. Es en este escenario cuando aparece Dante, una especie de príncipe azul que la salva de un aprieto y luego se va quedando en su vida. Este joven no sólo se transforma en un idílico amor, también llegará a ganarse su confianza como para pedirle a él que cobre el premio. Lo que Matilde no sabe es que Dante no llegó a su vida de manera fortuita, sino que es el sobrino de un estafador que lo puso ahí para quedarse con su fortuna.
Erick Ferrada (Daniel Muñoz). Originario de Hualpén, un barrio bravo de Concepción, su padre fue un hombre violento y con problemas con el alcohol, que nunca le brindó a su familia estabilidad afectiva y económica. Decidió forjarse su propio destino al entender que, sin apellido ni relaciones, el camino iba a ser más difícil. Su innegable inteligencia y carisma fueron sus principales armas. Y fue muy hábil al usar los medios de comunicación para construirse un nombre como asesor financiero. Individualista, competitivo, con estándares éticos más que relajados, es un estafador 2.0 que hasta ahora ha sabido mantenerse al margen de la debacle de los asesores financieros manteniendo la imagen de un hombre exitoso y confiable. En el plano sentimental, nunca se ha casado ni formado una familia. Entregarse completamente a una mujer es algo que no encaja con el individualismo de Erick. Vive con Dante, su sobrino, de quien se ha hecho cargo y a quien quiere como un hijo. Ferrada vive en un complejo equilibrio entre sus negocios turbios y la necesidad de mantener su imagen de hombre honesto. Fracasar, quedar expuesto y volver a ser el pililo de Hualpén es uno de sus mayores miedos. Lo que no espera es que la vida le abrirá dos caminos el día menos pensado: obtener mayor poder e influencia o arrepentirse de sus actos y comenzar una nueva vida.
Dante Galaz (Simón Pesutic) es el único hijo de un matrimonio de clase media baja de Maipú. Desde muy pequeño, fue atractivo, inteligente y con mucha facilidad para las relaciones interpersonales. Idealizará a su tío Erick, el exitoso hermano de su madre, que vestía trajes caros y manejaba autos de lujo. Eso era lo que Dante quería para su vida y no el modelo del trabajo duro y la honestidad que su padre quería inculcarle. En la medida que fue creciendo, la relación con su padre se hizo cada vez más insostenible e hizo crisis cuando murió la madre de Dante. Al congelar la carrera de derecho por no soportar el ritmo de estudio, tiene un quiebre mayor con su padre y es ahí donde se muda con su tío Erick Ferrada, con quien tiene una gran afinidad y le financia la vida que siempre quiso darse. Dante creció admirando su éxito en la vida y deseando ser como él. Muy parecido a su tío, tiene el carisma para obtener la atención y admiración de su entorno, especialmente cuando quiere obtener algo a cambio. Es seductor e inteligente, disfruta la ropa, la música y la vida nocturna. Sin embargo, a pesar de querer asimilarse a lo que representa su tío, Dante no fue del todo inmune al ejemplo y enseñanzas de su padre; en el fondo es mucho más escrupuloso y sensible de lo que está dispuesto a aceptar. Al conocer a Matilde afloran las dos caras que tiene su personalidad: por un lado enfrenta sus ambiciones, la codicia y la vida que siempre quiso tener, y a la vez entiende que acercarse a ella le entregará la oportunidad de asumir el modelo paterno correcto y transformarse en mejor persona.
El Farkas de Renca
El compadre Inostroza (Claudio Arredondo) es el mejor amigo de Nelson. Hijo de suplementero y dueña de casa. Siempre ha vivido en Renca. Creció como un niño introvertido e imaginativo, leyendo toda revista y diario que su papá vendía. Terminó cuarto medio como un buen alumno, pero no tuvo la oportunidad de estudiar pedagogía como hubiese querido, por lo que se dedicó a trabajar de junior en un lugar que le garantizaría el tiempo y espacio para poder leer. Los Peña Molina lo quieren y confían en él, por lo que es padrino de bautizo de los dos niños, a pesar de que se declara ateo. Inostroza es reservado, ponderado y cordial. Difícilmente expresa rabia o felicidad extrema. Teme generar conflictos y, por ende, no siempre dice lo que piensa, lo que le ha generado más de un problema, porque en general su intuición siempre es la correcta. Cuando Nelson gana la lotería se convierte en su mejor aliado, el mejor amigo que alguien podría tener ya que su aversión por los embaucadores lo llevará a sospechar de muchos de los aduladores que empezarán a acercarse a su compadre ahora que es millonario. Esto le ocasionará más de un problema con Nelson. Pero el gran conflicto de Inostroza es que está enamorado en secreto de Julia. Ese sentimiento, aunque ha sabido contenerlo y nunca ha pensado siquiera en hacer algo que pudiera dañar a sus compadres, está ahí, carcomiéndolo por dentro.
Yolanda Santander (Coca Guazzini) es la madre de Julia. Viuda, vive sola en Linares, pero tiene muchas amigas con las que básicamente comentan las teleseries y los chismes del pueblo. Es astuta y manipuladora; generalmente consigue la atención de sus hijos a partir de supuestas enfermedades. Es zalamera cuando le conviene, y también crítica e irónica cuando algo no le parece. Aunque tiene un estado de salud impecable, vive con dolores y achaques imaginarios, única información que traspasa a su hija Julia para que en el fondo se sienta culpable por vivir tan lejos de ella. A Nelson, su yerno, nunca lo ha soportado pues considera que es poca cosa para su hija. No le gusta Santiago, por lo que no hace mayores esfuerzos por visitar a sus nietos, pero sí aprecia que estén pendientes de ella y la vayan a ver.
Ronaldo Peña (Oliver Borner) es el hijo mayor de Nelson y Julia. Fue un niño muy esperado por lo que siempre lo han sobreprotegido y Julia ha sido especialmente aprensiva con él. Al comenzar a caminar Nelson lo llevaba al estadio e intentó enseñarle a jugar a la pelota, sin embargo, Rony nunca se interesó. Fue así que desde muy pequeño bailaba al son de las canciones que su madre escuchaba, moviéndose al ritmo de lo que sonara en la radio. Al crecer, su padre no se dio por vencido y continuó intentado inculcarle el amor por el Renca Juniors, pero hasta hoy aún no lo consigue. Es vivaz, extrovertido y alegre; gracias a su carisma y buena pinta, las pololas no le faltan. Muy despierto e ingenioso, tiene la talla en la punta de la lengua, lo que lo hace popular entre los amigos del colegio y el barrio. Aunque su nombre se lo debe al brasileño Ronaldo, no le gusta el fútbol ni tiene interés alguno en disimularlo. Tras el giro que tiene la familia Peña, Rony tendrá la oportunidad de madurar y convertirse en una ayuda para su familia en los convulsionados tiempos que se avecinan.
Camila Peña (Catalina Benítez) es la hija menor de Nelson y Julia. La segunda del clan Peña, desde muy pequeña manifestó su interés por jugar fútbol, lo que llenó de alegría a Nelson. Tiene dotes naturales de liderazgo. Le encanta jugar fútbol y es capitana del equipo que formó en el colegio. Creció como una niña fuerte y segura; muy aperrada cuando se trata de jugar para su equipo y una leal seguidora del Renca Juniors. Más parecida a su padre, es apasionada y expresiva, pero menos emotiva que Nelson; casi nunca llora y es quien le da ánimo toda vez que éste se desanima ante las derrotas del equipo. Con su mamá también son muy cercanas, pero Julia ve con aprensión su pasión por el fútbol por considerarlo un deporte violento y brusco, que más de una vez la ha dejado con heridas y hematomas. A Rony lo envidia porque a pesar de ser flojo, se manda más solo y puede salir con sus amigos sin supervisión. Pelean seguido, y parecen niños chicos cuando lo hacen, lo que saca de quicio a Julia. Pese a todo, se quieren, se cuidan y tienen un profundo respeto y cariño por sus papás.
Facundo Grandinetti (Álvaro Gómez) es futbolista profesional. Soltero, sin hijos. Creció en Boedo, barrio clásico de Buenos Aires. Desde pequeño destacó por sus habilidades futbolísticas por lo que entró a las canteras de San Lorenzo de Almagro, uno de los clubes más importantes del fútbol argentino. Allí muy pronto ganó fama pasando a ser una de las grandes figuras de su club. A los diecinueve fue vendido a Italia. Tal era su seguridad y desfachatez en el campo de juego, que en su partido de despedida del club se despachó la jugada que le dio fama en el mundo futbolero y que fue bautizada como la Grandinetti: faltando solo 1 minuto para que acabara el partido, cobro un penal pateándolo de Rabona. El arquero rival quedó parado y el estadio enloqueció. Por su parte, Facundo se sintió invencible, inmortal, el sucesor de Diego Armando Maradona. Luego viajó a Italia para incorporarse a su nuevo club, la Juventus. Se esperaban grandes cosas de él. Pero lo que vino después fue un continuo de decepciones y oportunidades desaprovechadas. Deslumbrado por la fama y enfermo de ego, Facundo se entregó a la juerga, las mujeres y las cámaras. Siempre polémico y desfachatado, nunca dejó de ser requerido por la prensa, pero cada vez menos para hablar de fútbol y más por sus escándalos faranduleros o peleas con sus entrenadores. Hedonista y siempre necesitado de reafirmar su imagen de triunfador y seductor, Facundo disfruta del lujo, la ropa de diseñador y los autos deportivos. Además, siempre se le ha visto rodeado de bellas mujeres, generalmente modelos de televisión. En el fondo es muy inseguro y pierde convicción cuando es cuestionado, lo que intenta disimular a partir una personalidad carismática y un estilo arrogante. Hoy a los treinta y siete años está de vuelta en Buenos Aires, desechado por su último club, un equipo mexicano de segunda línea. Solo, sin familia ni pareja estable, y habiendo derrochado gran parte de lo que ganó en su carrera. Desperdició la mayor parte de su fortuna, quedándole un departamento y un auto deportivo ya un poco viejo. Una vez que se vincula con la realidad del Renca y genera una relación con los Peña, irá desarrollando por Nelson un genuino aprecio y sentimiento de gratitud.
El buen ladrón
Rubén De la Maza (Fernando Larraín) es amigo de Pascuala. Tuvo una infancia privilegiada, su papá fue un diplomático y su mamá una dueña de casa aficionada al arte; por eso conoció varios países y adquirió habilidades sociales para relacionarse con todo tipo de personas. De muy temprano supo que era gay, y su entorno cultural y familiar más bien liberal hicieron menos traumático el proceso. Vive en un barrio antiguo, en una casa que remodeló a su gusto. No ha tenido suerte en el amor, pero tiene grandes amigos, entre ellos Pascuala, a quien adoptó al verla algo desamparada y con menos redes en Santiago. Se dedica al corretaje de propiedades, con mucho éxito en los mejores barrios de la ciudad. Le gusta el arte, en especial la ópera y la danza, pasiones que intenta incentivar sin éxito en Pipe. Disfruta igualmente de la buena mesa, una buena conversación junto a un café, y de sentir que es una especie de sabio consejero para sus amigos. Es una persona positiva, que intenta ver el lado bueno de las cosas. Es generoso y solidario, cuidando de su círculo e intentando dar un consejo cuando se lo piden y también cuando no. Con Pascuala han generado una relación muy cercana, de total confianza y complicidad. La ayuda y aconseja sin esperar nada a cambio, y también intenta ejercer influencia para que su amiga se permita disfrutar más de la vida. Será el principal en aconsejar a Pascuala cuando conoce a Miguel y comiencen una relación.
Tamara Martínez (Carolina Arredondo) es la pareja de Miguel. Nació en Santiago, en Puente Alto. Tuvo una infancia modesta, pero sin grandes carencias y con una familia cálida y estable. Desde muy joven trabajó en peluquerías, aprendiendo el oficio de su abuela y su madre. Es muy dedicada a su trabajo; quiere superarse y sueña con juntar plata para tener su propio salón de belleza. Hoy vive con su mamá y una de sus hermanas. La mayor de tres hermanas, siempre fue una niña sociable y atractiva. Lleva muchos años de relación con Miguel, el gran amor de su vida. Si bien éste no le ha ofrecido formar una familia, es el único hombre que la ha tratado con total respeto y cariño. Es decidida y temperamental, muy leal con las personas que quiere, pero intenta aconsejarlos y ejercer influencia, con poca tolerancia ante quienes la contradicen. Puede ser dominante y controladora, lo que le ha costado más de una pelea al estar con alguien como Miguel. Debido a su trabajo cambia constantemente de look. Le gusta maquillarse y así mantenerse linda para Miguel. Confía en su nobleza, pero desaprueba sus malos pasos para ganarse la vida y el que no se decida a tener un trabajo normal. Teme que no cambie el estilo de vida y nunca le ofrezca formar familia. Pascuala no solo irrumpe en la vida de Miguel, sino que afecta directamente en sus sueños, amenazando la vida familiar que siempre ha soñado. Tamara no dejará que le arrebaten al amor de su vida y se transformará en una rival de primer nivel.
De siete años, Felipe Ríos (Diego Guerrero) es el único hijo de Pascuala. Vive con su mamá en un departamento en Ñuñoa y estudia en un colegio particular de la comuna, que Pascuala paga con gran dificultad. Aunque fantasea con la idea de que su padre lo quiere mucho y es un gran tipo, la verdad es que está prácticamente abandonado por éste, y Pascuala no ha tenido el valor de romperle el corazón enfrentándolo a la verdad. Pascuala lo ha sido todo en su vida. Con la excepción de Rubén, solo se tienen el uno al otro. Más cuando la relación de Pascuala con sus padres está quebrada. Es un niño muy inteligente, curioso y perceptivo, con cierta tendencia a refugiarse en su imaginación cuando las cosas no van como él quisiera. Le gusta el fútbol, los perros y “El Chavo del 8”, sin embargo, prefiere relacionarse y conversar con adultos o niños mayores más que con sus pares, que le parecen un poco básicos. Pipe encaja muy bien en el estereotipo del viejo chico. A pesar de que su madre se esfuerza por mantenerlo al margen de sus problemas y angustias, Pipe es un niño perceptivo que advierte perfectamente que su mamá vive algo ansiosa y con problemas de plata. Le angustia esta situación y fantasea con la manera de ayudarla. Miguel se transformará en una figura muy importante en su vida. Aparecerá de manera casi heroica, y aunque Miguel intente evitarlo, comenzará a llenar la ausencia de figura paterna y modelo masculino en la vida de Pipe.
Lucía Brito (Magdalena Urra) es vecina de Miguel. De diez años, la niña que va en cuarto básico, es hija de una madre soltera; su padre fue un delincuente de poca monta que abandonó el hogar cuando Lucy era aún muy pequeña. Su madre, Patricia, la quiere mucho, pero la inmadurez y negligencia han prevalecido dejando muy sola a Lucy. Y es que la mujer nunca ha tenido buena suerte en lo personal y en lo laboral, siempre con trabajos esporádicos como garzona o vendedora. Vive con su mamá en un cité y con un espíritu de supervivencia que no le corresponde a su edad. En quien más confía en esta vida es en Miguel, su vecino que, aunque ha intentado marcarle límites, no ha logrado sacar a Lucy de su vida. Ella en el fondo sabe que Miguel es el único capaz de protegerla y entregarle afecto, aunque sea a su manera. Es la figura más estable y positiva en su vida, confiando plenamente en que él nunca le hará daño ni dejará que nada malo le pase. Lo adoptó sin preguntarle, marcando su presencia con perseverancia para que él finalmente le abriera un espacio seguro. Cuando tiene algo de plata, Lucy la gasta comprando comida para los animalitos callejeros.
La Cenicienta 2.0
Mónica Salas (Solange Lackington) es la madrastra de Matilde. Hija de una familia de clase media venida a menos. Trabajando inició un romance con su jefe, un hombre de mucha fortuna, casado y veinte años mayor. Cuando quedó embarazada, pensó que él por fin se decidiría formalizar una relación pero eso no pasó. Solo se limitó a reconocer a su hija Begoña y cumplir en lo económico. Pasado el tiempo conoció a Andrés, el padre de Matilde, un viudo de corazón noble, aún frágil por la pérdida de su mujer. Una vez que se casaron, se fue a vivir a casa de Andrés junto a Begoña, donde sus hijos las recibieron con la mejor disposición. Lamentablemente, después de dos años Andrés tuvo un accidente y murió. Para Mónica perderlo fue devastador, pues en el fondo es una niña que necesita ser cuidada y él cumplía ese rol. Al perderlo a él perdió su pilar seguro. Desde ese entonces se ha preocupado de su propio bienestar y el de su hija, y si bien es la responsable de Matilde y Tomás, no se ha mostrado cariñosa ni ha tenido consideración por las pérdidas que han sufrido los niños, huérfanos de madre y padre. Dejar de ser atractiva es un riesgo que no puede permitirse porque en el fondo si pierde su atractivo perderá las posibilidades de encontrar a alguien más que se haga cargo de ella. Mónica fantasea con el día en que sus hijos se vayan de la casa y ya no tenga que preocuparse por ellos, a veces cuando sale piensa en agarrar el auto y mandarse a cambiar y volver a ser libre de responsabilidades angustiantes. Los conflictos que tiene con Matilde también vienen de sentir que la niña no entiende que ella hace un sacrificio al cuidarlos. Matilde la cuestiona y la crítica, tensando la relación constantemente, siempre inconforme con su desempeño como madrastra. Con Begoña trata de hacer lo mejor posible para prepararla para independizarse, o más bien para casarse con el hombre adecuado.
Begoña Cuadra (Manuela Opazo) es la hermanastra de Matilde. La joven de diecisiete años, que cursa tercero medio, generó un vínculo simbiótico con la madre, en el que muchas veces es difícil diferenciar los roles pues son más bien pares en lo emocional e intelectual. Al mismo tiempo se incubó en ella una profunda inseguridad por esta suerte de abandono paterno. Desde pequeña fue caprichosa, siempre exigiendo que le dieran en el gusto. Creció con una mamá egocéntrica y vanidosa, que le inculcó que las apariencias son todo para garantizar el éxito y, por ende, el aspecto físico es clave para conseguir lo que deseas. Con este modelo, Begoña creció con una clara tendencia a poner el pie encima de quien considerara inferior. En el colegio siempre ha sido parte del grupo de populares, pero con ninguna amiga de verdad. Es mala alumna y no le interesa realmente aprender. Es expresiva y exagerada, buscando atención y victimizarse cuando le conviene. Es envidiosa a pesar de que se muestra segura y aparenta creerse superior. De algún modo sabe que no tiene más recursos que su aspecto, por lo que se siente amenazada cuando alguien como Matilde la supera en cualquier otro ámbito. Todavía de manera inconsciente y germinal, Begoña resiente la presión que ejerce su madre sobre ella en todos los temas relativos a la imagen. Se siente muchas veces asfixiada y a ratos tiene la intuición de que no está viviendo su propia vida. Con el tiempo se dará cuanta que vive atrapada en las redes de su madre que, si se deja arrastrar por el modelo materno, quizás nunca llegue a vivir su propia vida y forjar su propia identidad.
Tomás Varela (Andrés Commentz) es el hermano de Matilde. Con ocho años, Tommy cursa segundo básico. Desde pequeño fue un niño dulce y comprensivo. Algo introvertido. Aunque no lo parece, ser huérfano no ha sido nada de fácil para él. Un día simplemente dejó de preguntar por su mamá y asumió que ya no estaba con ellos. Cuando tenía seis, su padre murió en un trágico accidente. De esta manera, perdió a su mejor amigo y compañero de aventuras. Matilde ha sido todo para él. Se ha convertido en madre y padre y ha sido capaz de cuidarlo como él lo necesita. Es dulce y reflexivo. Sensible a lo que le pasa a su hermana y generoso a la hora de expresar cariño. A veces prefiere guardarse sus sentimientos. Odia cuando se celebra el día del padre y el día de la madre en su colegio. Es imaginativo y reflexivo. Le encanta que su hermana le lea cuentos, y tal como hacía su padre con ella, Matilde intenta mantenerlo alerta y entretenido con cada historia. Disfruta de las películas de súper héroes; su favorito, Iron Man. Tiene un disfraz que a veces se pone sin motivo alguno. Siente que, si tuviera poderes, podría ir volando a buscar a sus padres al cielo. A su hermanastra no la quiere, la considera mala y tonta. A veces pelean pues él defiende a Matilde cuando es atacada por Begoña. Así se convertirá en el mejor aliado de su hermana tras la aventura de cobrar la fortuna que tanto podría cambiarles la vida.
Constanza Palma (Matilde Campero) es la mejor amiga de Matilde. Cuky nació en una familia de clase media alta. Durante su niñez fue criada con bastante amor por padres cariñosos y presentes. Al nacer su hermana menor, sus padres se separaron de manera amistosa y hoy comparten la custodia de las niñas. Con Matilde se conocen desde tercero básico, cuando la metieron en el mismo colegio y curso, ahora cursan tercero medio. De inmediato congeniaron y se hicieron amigas. Juntas comparten una cierta sensibilidad y mirada de la vida. Cuky es una joven optimista, directa y muy solidaria. Se conmueve con facilidad con las cosas que le producen ternura, como los niños y los animales. A pesar de eso, no es una niña ingenua. Tiene los pies bien puestos sobre la tierra. Cuky será el cable a tierra de Matilde. Es quien más la conoce, por lo que cuando sienta que su amiga se esté dejando llevar por Dante, no dudará en hacérselo ver. Lo que inevitablemente generará conflictos entre ambas.