Gentileza TVN. |
Tras ser uno de los protagonistas de “La Poseída” y grabar la serie “Casa di Angelis”, el actor dejó atrás las vestimentas de época para sumarse a “La Colombiana”, historia que lo tiene como el desprejuiciado Diego Lira. Así, en los próximos capítulos este arquitecto que mantiene un romance con Nina (Alejandra Fosalba) deberá enfrentar la llegada del hijo de su pareja, un joven de su misma edad. Además de las grabaciones de la vespertina, hace unas semanas también registró su participación en uno de los capítulos de “Santiago Paranormal”, también de TVN. Hablamos con él y aquí nos cuenta de su cuarta teleserie.
¿Cómo es Diego Lira, tu personaje?
Diego es un joven arquitecto que no tiene los lazos familiares muy fuertes, entonces esto lo ha hecho viajar mucho y sus experiencias de vida tienen que ver con eso, con conocer gente afuera, con llenarse de amistades para cubrir quizás esa carencia familiar que tiene. En medio de estos viajes, de repente se queda sin plata y vuelve a Santiago, pero en esta vuelta conoce a Nina, que es el personaje que hace la Ale Fosalba, y empiezan a pinchar. Al principio es como un coqueteo, un pinchazo y cada vez se va poniendo un poquitito más serio. Cuando se empieza a poner más serio, empiezan a salir también los problemas. La diferencia de edad, que son como veinte años en la ficción, ella tiene un hijo que tiene más o menos mi misma edad y que está de viaje pero va a volver, mi personaje supuestamente se va a volver a ir de viaje, entonces como que están juntos por mientras, pero cada vez se empiezan a enganchar un poco más. Por otro lado, Diego entra un poco en la historia más central en el barrio Yungay porque lo llama una inmobiliaria para hacerse cargo de un proyecto de restructuración de este barrio. Ahí él tiene que tomar esta decisión, ver si es que se mete justamente en este proyecto o si defiende más este lado social por el que él está mucho más de acuerdo porque no sabe qué tan invasivo es este proyecto. Además es un barrio patrimonial y a él le interesa mucho eso, como la cultura, y cree que es muy importante que esos lugares se conserven y se preserven tal cual están. Va a tener que lidiar un poco con esa dualidad.
¿Cómo ha sido trabajar con Alejandra Fosalba?
Bacán, se me ha hecho muy fácil. Yo creo que a los dos se nos ha hecho súper fácil. Enganchamos súper bien, proponemos harto y sacamos las escenas rápido, y no porque nos interese sacarlas rápido sino que porque ha fluido súper bien todo. Además que trabajar con ella es realmente un placer, es una actriz súper humilde, muy generosa, relajada, estudiosa, entonces es una mezcla perfecta para trabajar con alguien. De repente pasa mucho que en las escenas uno se equivoca y la Ale es de ese tipo de actrices que si uno se equivoca ella está muy atenta a cambiar la escena para retomar y mi manera de trabajar también es esa. En el fondo ir construyendo tu escena junto con el compañero en vez de estar así como solo siguiendo el texto. Entonces como tenemos maneras de trabajar que son bastante parecidas creo que eso ha hecho que el trabajo se haga súper fácil.
¿Y qué te parece la incorporación de actores colombianos?
Súper bueno porque si hubiesen sido actores chilenos no sé si se podría haber tomado el tema con tanta profundidad, o sea en el fondo nosotros como elenco nos sometemos a la experiencia que puede vivir un ciudadano de la plaza Yungay cuando llega un colombiano a vivir ahí. En el fondo es poner a la producción en el mismo escenario que el tema que está tratando. Personalmente creo que estos cruces culturales sirven mucho a ambas culturas, yo me siento mucho más ciudadano del mundo que ciudadano de Chile, así prefiero ver las cosas. De hecho una de las últimas obras de teatro que hice con mi compañía se llama “Limites” y justamente apuntaba a eso. Generalmente los límites son imaginarios y establecidos por convicción, o sea algo que realmente no existe y paradójicamente le hacemos mucho caso. Nos peleamos, armamos guerras, pero si empiezas a analizar en profundidad es un absurdo básicamente. Yo prefiero vivir la vida así mucho más de igual a igual y sin etiquetas.
¿Cómo ha sido participar de un proyecto con esta temática?
Me gusta, creo que cumple con la misión que el canal se ha propuesto. En ese sentido la elección de temas de las dos últimas teleseries han sido un acierto y no es casual. “El Camionero” tuvo un tema contingente también, pero no deja de ser lo esencial que tiene que ser una teleserie que tiene que ser una historia de amor, un amor imposible, entonces se ha logrado generar esa mezcla entre temáticas contingentes y no perder el sello del género. Creo que lo que ha hecho el canal últimamente es recuperar esa audiencia, esa conexión, independientemente como te vaya en rating y eso, como estar conectado con quien te está viendo. Pongo el ejemplo cuando yo estoy actuando en una obra de teatro. Ahí uno siente cuando el público te acompaña y está contigo, o el público no esta tan interesado con lo que estás haciendo. Y en la calle la gente sabe de “La Colombiana”, sabe que está ocurriendo, entonces se siente que la gente está recibiendo con mucho cariño este producto.
Ya llevas cuatro teleseries ¿cómo ves tu evolución en TVN?
Justamente este año es donde he tenido que hacer cosas más distintas porque fui jurado de Olmué, hice una sección en “La Juguera”, entonces muy contento que el canal este jugándosela por mí en ese sentido. Y mi evolución en las teleseries ha sido cada vez con mucho más relajo. En las dos primeras todavía obviamente había mucho nervios a la hora de actuar, ahora de repente igual uno se pone nervioso, pero ya estoy mucho más relajado, mucho más suelto. Siento que he podido compartir con grandes actores que me han ido enseñando mucho y que he aprendido de esa enseñanza. Me siento mucho más apropiado. También tuve la oportunidad de trabajar con Valeria Sarmiento, que es la viuda de Raúl Ruiz, en “Casa de Angelis”, que es un formato muy distinto. Me siento muy tranquilo con lo que estoy haciendo, estoy muy contento de cómo ha sido mi recorrido en el canal. Claro, en su minuto cuando a “Caleta del Sol” le fue tan mal quedamos todos muy achacados, pero hoy en día agradezco también haber estado en ese proyecto porque aprendes también de esas derrotas, en ese sentido fue una derrota más comercial porque igual lo pasamos increíble y fue un equipo muy bonito el que hicimos, pero vas aprendiendo de eso. Esa fue mi segunda teleserie. Igual hoy en día ya comprendo que es así y lo que a uno finalmente le queda de los proyectos es la gente con la que comparte. En ese sentido “La Colombiana” estoy seguro que va a ser un muy lindo recuerdo por las personas que he conocido. De hecho, nunca había trabajado ni con Germán (Barriga) ni con César (Opazo), que son los directores, y también es un desafío someterse a manos distintas. Las otras teleseries, dos las había hecho con Víctor Huerta y otra con el Claudio López de Lérida, entonces es bueno someterse a estas visiones distintas de abordar las escenas finalmente. Así que estoy muy contento.
1 comentario
Mijito rico que sale varias veces en la teleserie sin polera.
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