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Gentileza Mega. |
El actor que destacó en el horario diurno con “El Regreso” y “Eres mi Tesoro”, regresó a las teleseries nocturnas siendo parte de “Perdona Nuestros Pecados”. En el thriller de Mega, al que se sumó en el cuarto capítulo, interpreta a Ernesto Möller, el empresario hotelero más importante de Villa Ruiseñor, pueblo del que ahora pretende ser su alcalde. Este viudo con tres hijos tiene buen trato con todo el mundo, menos con Armando (Álvaro Rudolphy). Y es que Ernesto no pierde las esperanzas de conquistar a Estela (Patricia Rivadeneira). Aquí César Caillet nos revela más detalles de su nuevo personaje.
Venías de “Eres mi Tesoro”, donde destacaste como un gran villano.
Sí, nos fue regio con Rodrigo Pezoa. Tuve la suerte de que en “Eres mi Tesoro” me dieron un muy buen personaje, que era un malo, pero que no era un malo por ser malo, tenía toda una historia. A su madre la habían violado, entonces él era un huacho fruto de una violación, tenía razones para ser el enfermo torcido que era.
¿Y cómo fue interpretar a Rodrigo?
Me fascinó porque tuve un feedback del público muy grande, todos los días escribía mucha gente en redes sociales de Rodrigo Pezoa. Bueno, esa teleserie la dirigió Nicolás Alemparte, el mismo que dirige acá y con el que trabajé en la teleserie anterior, “El Regreso”, y antes de esa había hecho “Pobre Rico”, también con él. Con él me es muy fácil trabajar, me da mucha libertad creativa y lo que yo precisamente siempre le comenté al Nico era que yo no quería hacer un malo como de teleserie centroamericana, que es malo porque es malo, sino que yo lo que quería era producir en la gente una contradicción. Como puta el hueón malo, pero igual me da pena. Este hueón ha sufrido caleta, pero está haciendo cosas muy enfermas, muy torcidas. Eso es lo que tienes que generar en la gente, ese era como mi leitmotiv para trabajar, siempre pensaba en eso, y creo que se logró absolutamente.
Ahora estás en “Perdona Nuestros Pecados”, ¿Cuál es tu personaje?
Mi personaje se llama Ernesto Möller. Mi mujer murió hace muchos años y soy un viudo que tiene tres hijos. Soy el más progre del pueblo, soy el único que ha viajado fuera de Chile, el que se ha atrevido con otros colores en el vestuario, el que cría a sus hijos de una manera más permisiva también. Tengo tres maravillosos hijos que son Gabriel Cañas, gran actor, José Antonio Raffo y la Sole Cruz, que es mi princesita. La Sole Cruz es la más chica. Somos dueños de la hostería Möller, además voy a intentar ser el alcalde del pueblo de Villa Ruiseñor. Tengo enemistad con Rudolphy, que es el malo adinerado, pero yo soy el único que le sabe algunos secretitos, entonces a mí no me va a venir a contar ninguna historia. Aparte que siempre me ha gustado Estela, que es la Paty Rivadeneira, que su mujer. Existe una rivalidad por todos lados.
Ernesto debió hacerse cargo de sus hijos.
Me he tenido que hacer cargo más bien simbólicamente, en términos estrictos los niños han tenido hartas nanas y harta gente que me ha ayudado con esa parte. Son los años cincuenta también, no le voy a ir a hacer la cama a nadie jajajá.
También se va a presentar a la alcaldía, ¿Hay algún rival?
No, no tengo competencia. Soy encantador y voy a hacer el alcalde electo jajajá.
Siempre le ha gustado Estela, ¿Cómo comenzó eso?
Tuvimos como un affaire adolescente cuando éramos niños, pero yo después me casé con Leonor, que es mi esposa que falleció, y Rudolphy se quedó con la mujer más linda del pueblo que era Estela.
¿Y ella siente algo por Möller?
No, me tiene afecto nomás, pero yo pretendo revertir eso, se supone.
Vuelves a las teleseries de época.
Sí, partí en una teleserie de época, mi primera fue “Los Pincheira”, en un personaje muy chiquito hace doce años más o menos, el 2004. Siempre me dicen que tengo cara y voz de época. Hice “Los Pincheira”, “Los Capo”, “Cobre”, “Bim Bam Bum”. He hecho muchas cosas de época.
¿Y qué te pareció sumarte a este proyecto?
Este proyecto está maravilloso, es el primer proyecto de época de Mega, la primera teleserie de época y es muy distinta a lo que vimos en “Sres. Papis”. “Sres Papis” puede ser más comedia, pero también un poco atraviesa por dramas, esto ya pretende ser un thriller oscuro, o sea invierno del 2017 la gente va a estar muy prendida viendo la teleserie.
¿Cómo tomas que Mega haya dado este giro?
Me parece fantástico, porque lo que la gente quiere y que nosotros también como actores queremos es probar cosas distintas. Es muy entretenido actuar de época, más allá del vestuario y de que hay un pueblo maravilloso que se construyó a escala, hay una investigación histórica de códigos, de lenguaje, que es la época.
¿Qué has aprendido de la época?
De partida aprendí historia de Chile. La teleserie es del año cincuenta y tres, Ibáñez Del Campo es el presidente, recién el año cincuenta y dos las mujeres pudieron votar por primera vez. Y hemos aprendido bailes de salón, vals y chachachá. Todos los bailes que se bailan en la época. Aparte que también va a transcurrir tiempo en la teleserie, parte en el año cincuenta y tres, pero entiendo que vamos a terminar cercanos a los sesenta, o sea en algún momento va a avanzar mucho. Vamos a terminar posiblemente al ritmo del reloj con Bill Haley y los cometas, y el mundial del sesenta y dos.
¿Cómo invitarías al público a ver la nocturna?
Si ven el primer capítulo no van a poder para más, porque el primer capítulo está muy bien escrito y está muy bien actuado y entretenido, y tiene todos los ingredientes. Tiene el sello Illanes. Illanes tiene una trayectoria enorme como de veinte años y detrás de él están “Dónde está Elisa?”, “Alguien Te Mira”, “Machos”, tiene un montón de créditos. Esta teleserie tiene esa misma fórmula, ese mismo encanto. Y los quiero invitar a ver una teleserie de época, pero también esos dramas de época como el machismo, como todas esas cosas que están súper en la contingencia del Chile de hoy también, donde estamos hablando de los derechos civiles de la mujer, del aborto tres causales. Han pasado más de cincuenta años de esa época, casi setenta y en muchas cosas todavía podemos ver estas diferencias sociales, que hay una mala distribución de las riquezas, el patrón y el empleado. Sigue siendo lo mismo un poco. Este pequeño gran pueblo que se llama Chile, que ha ido creciendo, sigue siendo lo mismo que esa Villa Ruiseñor de los años cincuenta.