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Este martes el congreso nacional aprobó y despachó para su promulgación la ley Ricardo Larraín, momento que fue celebrado por la Sociedad de Autores Nacionales de Teatro, Cine y Audiovisuales (ATN), la Unión Nacional de Artistas (UNA) y el ministro de cultura Ernesto Ottone.
La ley Ricardo Larraín favorecerá a directores y guionistas de obras audiovisuales, quienes podrán percibir una remuneración por la comunicación pública de sus trabajos audiovisuales, en los mismos términos que hoy los artistas, intérpretes y ejecutantes tienen en virtud de la Ley 20.243, que establece normas sobre los derechos morales y patrimoniales de los intérpretes de las ejecuciones artísticas fijadas en formato audiovisual.
El ministro de cultura, Ernesto Ottone, aseguró que “se hizo justicia con una omisión que se produjo el año 2007, cuando se entrega el reconocimiento de derechos patrimoniales de intérpretes y actores pero quedan fuera los directores y guionistas, los primeros creadores en cualquier idea, concepto u obra audiovisual. Con esta ley no solamente se les reconoce su derecho, sino que también se les garantiza que no se produzcan abusos en la industria exigiendo el cumplimiento de estos”.
Por su parte, Daniella Castagno, vicepresidenta de la Sociedad de Autores Nacionales de Teatro, Cine y Audiovisuales, comentó que “ha sido un camino largo y difícil, resultado también de lo que cimentaron otros autores antes que nosotros, algunos de los cuáles ya no están. Pero creo que todo este esfuerzo va a servir para estar protegidos, hacer crecer la industria audiovisual y fomentar la creatividad. Además, vamos a tener el respeto que nos hemos ganado y que nos merecemos”.
En tanto, Silvio Caiozzi, también vicepresidente de la corporación, recordó el origen de esta lucha. “La ley partió con los primeros que estuvimos creando ATN, esta sociedad de gestión para proteger nuestros derechos de autor, y Ricardo (Larraín) fue uno de los fundadores de este movimiento. Hoy lamentamos que no esté viviendo esta alegría con nosotros, pero quisimos hacer que participe con honores, y por eso decidimos llamarla en su nombre. Nos pone muy contentos que al fin se haya comprendido que necesitamos tener la Ley Ricardo Larraín funcionando lo antes posible”.