Manuela Opazo: “Me costó entender al personaje y llevarlo de una manera real”

Gentileza Mega.

Tal como ha sido la tónica en cada una de sus teleseries, en “Ámbar” el área dramática de Mega vuelve a apostar por nuevos talentos. Así, en la actual vespertina de la señal privada aparece Manuela Opazo, quien interpreta a la ingenua Francisca Silva, una de las alumnas del Saint Valentine. Su mejor amiga es Ignacia (Li Fridman), a quien copia su estilo, su forma de vestir, su manera de hablar e incluso su amor por Mateo (Giordano Rossi), de quien está secretamente enamorada. Hablamos con ella y aquí nos cuenta de su primera teleserie.

¿Cómo llegaste a la actuación?
Llegué porque estudié en un colegio que tenía un ramo de teatro y lo tomé como de tincada nomás, y ahí me di cuenta de que era lo mío, creo, si es que puedo tener la patudez de decirlo, pero es lo que me gusta. Ahí estuve esos años en el colegio con teatro y después estudié, no terminé de estudiar eso sí, estudié dos años teatro en la Finis Terrae y ahí me salí porque las instituciones no son algo para mí, pero me salí hace dos años y ahora me he dedicado a hacer teatro.

¿Y cómo se dio tu llegada a Mega?
Este año llegué al taller de la Moira y ahí surgió un casting. Tuve mucha suerte porque no sabía que había un taller ni nada y en un momento la hermana de la Moira, la Daniela Miller, una fotógrafa muy seca, me mandó un whatsapp diciéndome como “oye, hay un taller por si quieres venir al casting”. Fui al casting, me enteré que era el último, como la preselección y ahí quedé. Ahí la Moira me enseñó lo que no sabía que eran las cámaras, cómo trabajar con tres cámaras que es algo muy difícil para alguien que no lo ha hecho nunca. En teatro uno está acostumbrada a actuar para un público muy grande y acá uno actúa para una cámara, que al final la cámara es el público y que después se traspasa al espectador de las casas, pero la cámara es la que te toma entonces es difícil.

¿Cuál era tu relación con las teleseries, las veías?
Jamás, yo no veo tele, entonces jamás en mi vida había visto una teleserie, nada. Vi “El Circo de las Montini”, la única que vi en mi vida.

¿Tenías prejuicios?
Los tuve, pero prejuicios de actrices, de ego nomás. La verdad es que ya se me fue, era como por qué me voy a vender a la televisión. Eso fue una etapa que me duró tres días y ahora que conocí al equipo se me fue. El elenco es hermoso, son personas muy humildes, muy lindas, un equipo de trabajo muy bello, entonces me da lo mismo como si es estoy en la tele o no, al final he conocido a gente bacán, yo de verdad con eso me quedo, con el aprendizaje, la experiencia y el conocer gente, además de aprender un nuevo formato que es muy diferente a lo que se hace en teatro, como estratosféricamente distinto.

Cuéntame de Francisca Silva.
Francisca tiene diecisiete años, ella es una niña muy ingenua, su personalidad está conformada porque ella imita a su mejor amiga que es la Ignacia, que es la Li Fridman, ella es mala, es maquiavélica, es como de esas chicas pesadas de la película “Chicas Pesadas”, y mi personaje la sigue, hace todo lo que ella hace. Entonces es a la que manda a hacer las cosas malas, pero mi personaje no es mala es buena solo que cae porque no tiene una personalidad propia.

¿Y con quiénes se relaciona en la historia?
Bueno con la Li absolutamente, ella es mi partner, con el Mateo, que es el Giordano Rossi, mi personaje está perdidamente enamorado de él igual que el personaje de la Li, pero a mi jamás me va a pescar. También se empieza a relacionar con Anita, que es la Magda Müller, y con Renato que es el Álex, todo el grupo juvenil básicamente. Y siempre con Gonzalo Valenzuela, que es el Dany, que siempre estamos en el furgón con él.

¿Cómo preparaste este personaje? ¿Tuviste algún referente?
Sí, mi hermana jajajá. Ella lo sabe así que esto no es ninguna infidencia. Mi hermana y su grupo de amigas también, que son como gente acomodada, que lo ha tenido todo siempre, entonces todo les sale muy fácil, y ahí en ellas encontré la forma en como el personaje se mueve, como abre los ojos por ejemplo, que es súper importante, como siempre con sorpresa en los ojos, y en mí también, como en la parte mía que también tengo de Francisca, si todos tenemos algo del personaje.

¿Y qué te pareció llegar a las teleseries con este rol?
Me costó, me costó entender al personaje y llevarlo de una manera real, verdadera, honesta, que no sea una actuación de mentira, falsa. Al principio no quería porque la prejuicié mucho, como por qué voy a hacer esto, por qué tiene estos textos, qué difícil… Hasta que me saqué ese prejuicio y está bien porque es diferente a mí, entonces también es conocer este otro lado mío, que todos tenemos, y no prejuiciarlo sino que mostrarlo como que es una realidad, hay niñas que son así, se dejen llevar tanto por las amigas que hacen todo lo que les dicen. Hay mucho de eso, en los colegios sobre todo, el bullying, bueno eso se va a ver también, eso también es un tema súper importante entonces tocarlo y poder hacerlo público está bien, me hace sentir bien igual.

¿Cómo invitarías al público a ver “Ámbar”?
Creo que más allá de que sea una comedia, que es muy interesante, el hecho de que se plantee la búsqueda de un padre, que una niña busque a su papá, que no sabe dónde está, que lo ha buscado toda la vida, y que esa temática que es tan fuerte y es tan profunda que existe acá y en la quebrada del ají, que se toque, que se toque además con un tono de comedia que no lo hace ser menos importante si no que lo hace transformarse también en algo como… no hagamos que sea tan doloroso ni tan sufrido porque son cosas que pasan, pero veamos cómo se pueden vivir también desde un lado positivo, más lúdico. Creo que está buena, que se va a pasar bien, creo que los personajes están muy entretenidos, se van a reír, se van a identificar con todos y cada uno de ellos.