Gentileza Mega. |
Esta tarde Mega estrenó su nueva teleserie vespertina. La historia escrita por Daniella Castagno, Paula Parra, Alejandro Bruna, Raúl Gutiérrez y Felipe Rojas, y que cuenta con la dirección de Felipe Arratia y Enrique Bravo, la producción ejecutiva de Patricio López y la producción general de Verónica Brañes se centra en una familia de mujeres que deja atrás su vida en Valdivia para comenzar una nueva en Santiago.
Este clan está liderado por Matilde Errázuriz (Sigrid Alegría), una mujer perfeccionista y esforzada. Ingeniera comercial de profesión, mientras estudió trabajó en paralelo administrando hoteles en Valdivia para poder mantener la casa pues su mamá nunca le trabajó un peso a nadie. Al poco tiempo de terminar su carrera quedó embarazada y decidió jugársela por su hija. Es por el gran amor que siente por ella que se vuelve aprensiva y desconfiada. Y en lo que no ha podido ejercer ningún tipo de control es en la necesidad de su pequeña de encontrar y conocer a su padre. El cambio a Santiago ha generado en Matilde la expectativa de tener y darle una mejor vida a su pequeña y familia. El problema es que las exigencias de su nuevo trabajo le impiden pasar mucho tiempo con su hija viéndose obligada de contratar a un tío del furgón para que vaya a dejar y a buscarla a su colegio. Así este hombre se transformará en una persona muy importante para su hija y, poco a poco, para ella también. Aunque el destino le depare situaciones inesperadas: al llegar a su nuevo trabajo descubrirá que su jefe es un antiguo amor de verano del que nunca más supo y que dejo de ver cuando quedó embarazada, sin contarle que esperaba un hijo suyo.
Ámbar Errázuriz (Giulia Inostroza) es la única hija de Matilde. Una niña dulce, inteligente y regalona. Desde hace un tiempo ha empezado a sentir la necesidad de conocer a su papá, pero su madre se ha negado permanentemente a contarle la verdad. Por eso cuando llega a Santiago abandonando Valdivia, la ciudad donde creció, se encontrará con una libertad que antes no tenía, ya que su mamá tendrá que dedicar muchas horas al trabajo y no tendrá tanto tiempo para estar con ella. Esto hará que la niña comience a hacer cosas que nunca hizo: se va a arrancar en micro con su prima, se escapa de clases y va a conocer nuevos amigos. Pero tras esas travesuras hay un objetivo mayor en la pequeña: encontrar a su padre. Esa es su mayor motivación y sabe que ahora en Santiago tiene más opciones de conocerlo. Este anhelo le traerá problemas con su mamá, quien estaba acostumbrada a tener el control total sobre su hija. Las cosas empeorarán aún más cuando Ámbar descubra en el tío del furgón que la traslada a una persona cariñosa y preocupada que le cambiará sus días, siendo el referente más cercano de un papá, y un padre justo como ella quiere.
Dany Marambio (Gonzalo Valenzuela) es el tío del furgón escolar. Alegre y entusiasta, este hombre bueno para el fútbol y los asados adora a su mamá por sobre todas las cosas. Gozador profundo, está convencido que hay que vivir a concho cada minuto de la vida. Por eso nada lo amarga ni lo deprime, pues siempre prima más su espíritu alegre y encantador. Y como no es ambicioso trabaja lo justo y necesario, pero para pasarlo bien. Cuando murió su papá, le prometió a su madre, que nunca la iba a dejar sola. Y así ha sido. Por eso lleva cerca de diez años junto a su polola y aún no decide casarse. Eso hasta que su vida de un giro cuando conoce a la pequeña Ámbar, una niña sobreprotegida que lo único que quiere es encontrar a su padre, y que con su dulzura, le robará el corazón. Al igual que Matilde, su estructurada y desconfiada madre, quien prontamente comenzará a mirarlo con otros ojos cuando entienda que todo en Dany es genuino.
El padre biológico de Ámbar es Cristóbal Moller (Álvaro Morales). Este hombre exitoso y encantador ha logrado todo lo que ha querido en su vida. Nadie entiende cómo es posible que tantas virtudes estén presentes en una misma persona: es sociable, culto, deportista, empresario y nada logra estresarlo. Las mujeres se derriten a sus pies porque lo encuentran perfecto, pero él es un soltero empedernido, al menos hasta ahora. Cuando Cristóbal se reencuentra con Matilde, la vuelve a encontrar tan atractiva como cuando la conoció y hará lo imposible por volver a conquistarla. Pero la mujer no le pondrá las cosas fáciles, porque no confía en que esta vez el amor sea sincero, y porque sabe que una relación con él podría cambiar la vida de todos. Cuando se entere de que Ámbar es su hija, despertará en él el anhelo de formar una familia.
Carla Pino (María José Bello) es la polola de Dany, una chica guapa a rabiar, alegre, entretenida y cariñosa. Es muy querida en el barrio robándose los chiflidos y suspiros de todos los parroquianos que la piropean permanentemente. Es definitivamente encantadora y optimista; vive actualmente con su papá y hermanos donde es la reina de la casa. Masajista y cosmetóloga de ocio, Carla está convencida de que no existe ninguna mujer fea. El gran amor de su vida ha sido Dany, es el hombre más importante, el amor de su vida y con quien espera formar una gran familia. Pero poco a poco Carla comenzará a sufrir teniendo un fuerte quiebre en su relación de pareja cuando descubra que él ya no está enamorado de ella como siempre sintió. Eso la obligará a replantearse las cosas y objetivos en la vida, pero también a ponerse en alerta para rayar la cachan y cuidar su territorio.
María Inés ‘Nene’ Riquelme (Coca Guazzini) es otra de las mujeres que dejó Valdivia. La mamá de Matilde y abuela de Ámbar es todo un problema. Primero es una apostadora compulsiva que es capaz de perderlo todo con tal de experimentar la adrenalina que le entrega su ludopatía. Y vive aferrada a su antiguo buen pasar negándose por completo a bajar su nivel de vida. Más que un aporte la Nené es un cacho para Matilde: no trabaja y gasta más de la cuenta, no sabe manejar, y siempre se mete en la vida de su hija. Consumista a morir, todo lo compra con tarjetas de crédito que paga Matilde; y lo único que espera de la vida es que su hija se enamore de un hombre con plata que las mantenga. Por eso será la mayor opositora a que un tipo como Dany se acerque a ella. Ni mucho menos que sostenga una relación con él.
Eulalia ‘Luli’ Suazo (Yamila Reyna), la nana de Matilde, también se suma a esta nueva aventura. Luli es una mujer con carácter: se siente la dueña de la casa y toma decisiones que no le corresponde disponiendo, entre otros, del tiempo de todos como si fuera la dueña de casa. Esto le traerá más de un dolor de cabeza, pues chocará permanentemente con la Nené que no le gusta el don de mando que ejercer en casa de su hija. Coqueta, risueña y soñadora, Luli anhela entrar a un reality show y convertirse en famosa. Se ha visto todos los programas de ese formato, tanto en Chile como en el extranjero, y siempre juega a que su vida es un reality: le habla a los espejos, a las ventanas y a las ampolletas como si fueran cámaras de una casa estudio. Por eso decidirá postularse a un casting para participar en un formato de este tipo, pero será desplazada por participantes españolas dándose cuenta que para ser famosa hay que ser como ellas. Así comenzará a imitar a Oriana Marzoli, tratando de igualar sus gestos, su vestimenta y hasta su manera de hablar. Su amor platónico es Tony Spina, y mientras espera entrar a un programa para conocerlo coquetea sin ni un resguardo con el jardinero del condominio.
Por el lado de Dany, se encuentra Mireya Zúñiga (Solange Lackington), su madre. Ella es una mujer con una gran personalidad, impulsiva y algo cascarrabias. Famosa por sus tortas y también por su mal genio, el que cambia drásticamente cuando está con su hijo, transformándose en la mujer más dulce, querendona y amorosa del mundo. Muy supersticiosa, tiene diversos objetos para alejar la mala suerte como son una herradura en su cartera, y una pata conejo en su llavero, entre otros. Actualmente está de novia con su vecino al que ha dejado dos veces plantado en el altar y aunque nuevamente está por contraer matrimonio con él, aún tiene dudas. Es por eso que a última hora decidirá cancelar por tercera vez el enlace desatando con ello una verdadera guerra con su ahora ex. Pero quienes la conocen saben que no ha querido compartir su vida con una pareja porque teme dejar solo a Dany, por lo que en algún momento descubrirá que debe rehacer definitivamente su vida e intentará por todos los medios reconquistar al hombre de su vida.
También está Álex Santibáñez (Renato Jofré). Cuando él tenía quince años su mamá aceptó un trabajo en Miami y lo dejó a cargo de Mireya, su madrina. Y muy a pesar de los intentos que hicieron Dany y la mujer por evitar que decidiera dejar el colegio, no hubo caso y abandonó los estudios para ponerse a trabajar, convencido de que estaba perdiendo el tiempo pues nunca iba a poder pagar la universidad. Por eso hoy trabaja con su triciclo vendiendo dulces afuera de los colegios. Algunos lo llaman resentido, pero él se defiende diciendo que tiene conciencia de clase. No cree en los discursos de los políticos sobre la lucha por la igualdad, porque tiene claro que a nadie le conviene que sean todos iguales. Así que ha estado pateando piedras desde que nació y no le importa seguir haciéndolo, siempre y cuando sea libre. Sus planes se complicarán cuando se dé cuenta que su polola jamás dejará su vida para irse con él, por lo que tendrá que optar entre sus sueños de libertad, o una vida con ella.
Rogelio Pino (Claudio Arredondo) es el novio de Mireya. Viudo desde hace diecisiete años y portero del colegio Saint Valentine, es un hombre que intenta cumplir con su trabajo lo mejor posible, pero que siempre termina ayudando a los alumnos. Es un machista encubierto y anticuado: cree que los hombres deben proteger a las mujeres, porque son las futuras madres de Chile. Está a punto de casarse con Mireya luego de dos intentos fallidos porque ella se arrepintió. Cuando la mujer nuevamente lo deje plantado en el altar, Rogelio le hará la guerra a ella y a toda su familia. Incluso le prohibirá la entrada a los novios de sus hijas, mientras decide encariñarse con la dueña de la casa que arrienda, y quien está totalmente dispuesta a darle el sí.
Manuel Pino (Ignacio Achurra) es el futuro cuñado y mejor amigo de Dany. Trabaja como jardinero del condominio. Hijo de Rogelio, Manuel es el gran orgullo de su padre. A diario se preocupa de mantener su estado físico, lo que lo ha transformado en un joven musculoso y atractivo que enloquece a todas las mujeres. Sin dudas es el latin lover del barrio, galán y mujeriego por naturaleza. Bueno para talla y simpático, su gran atractivo le causa muchos problemas, especialmente, cuando se le juntan las pololas y tiene que dar más de una explicación. A este galán, que donde pone el ojo pone la bala, le saldrá el tiro por la culata cuando conozca a Luli. Al principio su objetivo será conquistarla como a todas, pero en el camino se enamorará de ella teniendo que hacer muchos esfuerzos para demostrar que puede ser hombre de una sola mujer.
Anita Pino (Magdalena Müller) es la hija menor de Rogelio. Es el diamante en bruto de la familia, y todas las esperanzas profesionales están puestas en ella. Es inteligente y muy esforzada, ahorra plata haciendo clases particulares a otros niños del colegio, donde estudia gracias a una beca.. La joven no se siente integrada con sus compañeros porque son muy diferentes: ella no va a veranear a los mismos lugares, no tienen los mismos intereses ni el dinero para comprar todo lo que quiera, sin embargo, está dispuesta a trabajar para cambiar las desigualdades sociales. Se siente orgullosa de ser parte del mundo popular, y cree que la gente, mientras menos tiene, es más solidaria y generosa. Anita es creativa, siempre tiene nuevas ideas para organizar actividades en el barrio o ayudar a algún vecino en problemas. Sus discusiones con su pololo Álex son porque cree que el mundo se puede cambiar, él en cambio, piensa que está todo perdido y que cuando ella sea ministra, se va a corromper como todos los políticos. Con el tiempo se va a sentir atraída un compañero de colegio, pero le costará mucho aceptar este amor.
Rosa Maldonado (Tatiana Molina) es la dueña de las casas donde viven Mireya y Rogelio, y vecina del barrio. Vive del arriendo de sus propiedades, que adquirió luego de ganarse un premio millonario. Coqueta, curvilínea y siempre bien arreglada, esta mujer es la cliente estrella de Carla. Le encanta verse bien y combinar sus tenidas. Es pretenciosa y está preocupada del más mínimo detalle de su facha, peinado o accesorios. Es femenina, no dice improperios y nunca entra en conflictos con nadie. Es fanática de la limpieza y la pulcritud, y siempre cuando va a cobrar el arriendo, anda con un pañito limpiando donde se sienta y apoya sus manos. Es la solterona del barrio, pues nunca ha podido encontrar a alguien que la quiera por lo que es y no por lo que tiene. Según Rosa, el premio millonario le trajo una maldición, ya que nunca se ha vuelto a enamorar. Pero, ella siente cosas por Rogelio desde el primer día que lo vio, pero su amistad con Mireya le ha impedido acercarse a él. Rosa intentará acercarlos a ellos, sin darse cuenta que ella se irá encantando de este machista hombre chapado a la antigua.
En Santiago Matilde se encuentra con Ximena Segura (Katyna Huberman), su prima, una mujer trabajadora y muy perna. Sin embargo, su marido con sus celos y constantes piropos la tiene convencida de que es la mujer más sexy del mundo. Tiene dos hijos muy conflictivos. Pero su mayor dolor de cabeza es su marido cesante desde hace un rato. No sólo es incapaz de encontrar trabajo, sino que además no acepta que su matrimonio se haya acabado. Sus celos tienen harta a Ximena, quien siente que se le acabó el amor y lo único que quiere es separarse. Ella cree que merece una nueva oportunidad en su vida, pero no puede volver a las pistas porque su marido no la deja en paz. Pero ella añora un nuevo amor aunque reconoce tener ya un objeto de afecto: Manuel, quien le roba más de un suspiro aunque su amor platónico es su jefe Cristóbal, a quien sueña con conquistar algún día. Por lo mismo será incapaz de ocultar los celos que le provoca la cercanía que Matilde tiene con Cristóbal y hará todo lo que esté en sus manos para impedir un romance entre ellos.
Gastón Fernández (Fernando Larraín) es el marido de Ximena. Está profundamente enamorado de ella y se niega a aceptar que están en crisis desde hace un tiempo. Eso, porque ante todo está convencido que el matrimonio es para toda la vida y hay que soportar las vicisitudes que se vayan presentando. Celoso a morir, sabe que de una u otra manera está perdiendo al amor de su vida y desesperado por recuperarla, saboteará a todos los posibles prospectos de admiradores que aparezcan. Lo real es que desde hace once meses está cesante, pues lo echaron del único trabajo que ha tenido en su vida, era cajero en un banco. Por esto su complicación es mayor ya que la verdad es que no sabe hacer ninguna otra labor; aunque él le diga todo el mundo que no tiene trabajo por la realidad del país o porque está sobre calificado para los trabajos que se le presentan. Sólo podrá intentar salir de ahí cuando se dé cuenta que Ximena está decidida a dejarlo y él se decida a aceptar todo tipo de trabajo.
Mateo Fernández (Giordano Rossi) es el hijo mayor de Ximena y Gastón. Está en cuarto medio, y es muy popular en el colegio. Es un príncipe, es alegre y buen compañero. Hay varias que suspiran por él. Para subir las notas en matemáticas se acerca a Anita, la mejor alumna del curso. Primero se hacen amigos, y con el tiempo, Mateo se irá enamorando de ella, y se acercará a su mundo. Al pasar más tiempo con Anita conocerá otra realidad, y descubrirá que ha vivido en una burbuja. Su impacto será tal, que cambia la idea de estudiar ingeniería comercial, y decide estudia pedagogía. Será uno de los puntos de unión entre el mundo popular y el de los cuicos.
Javiera Fernández (Emilia Echavarría) es la otra hija de la pareja. Una niña algo mandona, regalona y bien llevada de sus ideas. Es por eso que en el colegio tiene permanentes problemas de disciplina y está condicional. Es famosa por inventar historias increíbles que jura que las vive; sin embargo, cada vez que las cuenta las va cambiando por lo que ya nadie la toma mucho en cuenta. Actualmente está enamorada de un vecino del condominio con quien lleva años siendo compañeros de colegio además de sentarse juntos en el furgón de Dany. Por eso frente a la llegada de Ámbar, Sofía primeramente se sentirá feliz de tener a su prima cerca pues se convierte en su mejor amiga y su partner para hacer todo tipo de travesuras e incluso faltar a clases. Todo irá bien entre ellas hasta que el amor termine por dividirlas y alejarlas.
Otra de las alumnas del Saint Valentine es Francisca Silva (Manuela Opazo), una joven inteligente aunque demasiado ingenua. Junto a su amiga, la más popular del colegio, se enfrascan en grandes aventuras de las que a veces no sabe cómo salir. Aunque intenta no ser un clon de ella, no puede evitar copiar su estilo, su forma de vestir e incluso su manera de hablar. Incluso el odio que la joven siente por Anita se lo ha heredado a Francisca quien permanentemente está tramando cosas para perjudicarla. Lo claro es que hasta ahora su mayor vergüenza es que nunca ha pololeado aunque vive pasándose rollos con ellos. Pero en silencio ella sólo tiene ojos para uno: está secretamente enamorada de Mateo y hará lo que sea por pololear con él.
Ignacia Bilbao (Li Fridman) es la más top del colegio. Su mejor amiga es Francisca, quien siempre la secunda en todo. Ambas venden ropa y accesorios de última moda a través de Facebook. Vanidosa y estupenda, le fascina el glamour y los diseñadores de alta costura. Mide las calorías de todo lo que come y se pesa todos los días. Al fin y al cabo la Nacha, como le dicen sus compañeros, es una adolescente que siempre lo ha tenido todo, bien cuica y que solo se reúne con personas de su mismo nivel social. Es por eso que le carga que su colegio sea tan inclusivo y que dé becas a gente como Anita. Además de molestarle que sea pobre, la detesta porque Mateo se está acercando a ella y tiene pánico de que se fije en la hija del portero, pues está perdidamente enamorada de él. Al igual que Francisca, ambas están enamoradas de la misma persona, por lo que cuando Ignacia se entere que su mejor amiga también lo quiere harán un pacto inesperado: ambas pelearan por el amor de Mateo y la primera que consiga pololear con él, deberá dejar a la otra tranquila.
Cristián Bilbao (Nicolás Risnik) es el hermano de Ignacia y amigo de Sofía y Ámbar. A rato es un poco desordenado, pero también es lo suficientemente inteligente para manipular siempre las circunstancias. Por eso permanentemente está inventando qué maldad hacer en el colegio, situaciones en las que además involucra a sus amigas con las que viven a diario grandes aventuras. Aunque le tiene pánico a los temblores se ha dedicado a estudiarlos y sueña con poder predecirlos. En eso pasa sus días, y no mira más allá a Sofía quien se le ha declarado muchas veces, pero él le dice que aún no es tiempo para tener una pareja porque es muy chico. Ese pensamiento cambiará por completo cuando conozca a Ámbar y se enamore perdidamente de ella.