Gentileza Mega. |
La actriz que llegó a Mega para ser la villana de “Papá a la Deriva”, historia donde interpretó a la ambiciosa y arribista Rosario, volvió a las teleseries nocturnas con “Sres. Papis”. Así, desde algunos días ya comenzó a encantar al público como la graciosa e irónica Maricarmen Riveros, una mujer separada que aún no le perdona a Fernando, su ex, que le haya sido infiel con una mujer más joven. Aquí nos cuenta más de la teleserie y además recuerda a la enamoradiza Blanca Chamorro, su personaje en “La Fiera”, historia que TVN repite al mediodía.
En “Sres. Papis” interpretas a Maricarmen ¿Cómo es esta mujer?
La Maricarmen Riveros es muy entretenido de ver porque es una mujer que uno ve bastante acá, que es como la abandonada, la abandonada pero curiosamente aún enamorada del tipo, porque el tipo es un fresco de raja, con todo respeto, que dejó siempre abiertita la puerta, tampoco la cerró completamente, no es que te haya dejado. “Sabes que yo no te pesco más, sino que ya me voy pero, oh estas linda hoy día”. El jote clásico, insoportable, medio pastel, simpático, buena onda y la cuestión, entonces uno siempre pensaba que claro, que a la larga iba a dejar a la loca y se iba a devolver, entonces ella todo el rato ha estado como en vilo esperando que este gallo como que decida algo y justo la teleserie empieza un poco en el momento en que ella dice, ya el tipo no va a volver, por lo tanto ya voy a empezar a hacer mi vida, y eso le hace crisis al otro gil y empieza a jotearla de nuevo. Entonces es divertido como a nivel de emociones femeninas en Chile, en el Chile que armamos nosotros como de las relaciones extrañas que armamos como emocionales que son todas como fruto de un matriarcado como revanchista y machismo subyacente, entonces a mí me gusta porque hay muchas conversaciones que yo he tenido con mis ex maridos y cosas que pasan que es verdad, que es muy divertido y muy humorístico.
Has hecho varias teleseries con Francisco Melo, pero es primera vez que les toca ser pareja.
Sí. Habíamos hecho de hermanos y en el teatro habíamos hecho una vez de pareja, y en una serie así como unitario, pero del año de la cocoa, o sea de verdad, que casi no nos acordábamos, decíamos cuando habíamos hecho eso. Como somos narigones siempre nos ponen de hermanos, pero es un agrado porque con el Pancho nos conocemos mucho. Yo de hecho darle un beso me da como una sensación de incesto, no es emocionante, es más bien nervioso jajaja.
También te toca como pareja amorosa Diego Muñoz.
Nunca había trabajado con él y ha sido una agradable sorpresa porque el gallo además está haciendo un personaje que no es mucho lo que le toca a él, que es más bien un pituco medio patético, pero divertido también, también tiene mucho humor. Y de verdad yo no lo había visto haciendo humor y es bien divertido. Es muy rápido, lo que pasa es que el Diego, de verdad yo no lo conocía para nada, pero es muy rápido, es rápido como para agarrar el detallito chico que uno no ve y te sorprende en la improvisación. Yo le digo genial lo que pusiste en ese momento exacto, con ese tiempo. De verdad, pucha no sé, estoy como enamorada del equipo, pero es muy buen equipo, son todos súper buenos.
Ellos son tu triángulo amoroso.
Claro, pero también como yo soy la dueña del jardín infantil donde van todos, como que me cruzo con todos. Con Zabaleta yo tampoco había trabajado nunca, es un crack. Yo de verdad, llevo veinte años casi haciendo esta cuestión y me impresiona, lo encuentro seco. De verdad es como muy entretenido trabajar con tanta gente con oficio, no es que no me haya tocado trabajar en otro momento. Pero están todos. La Maricarmen (Arrigorriaga), o sea pura gente buena. Hasta los cabros jóvenes, como cuando uno está metido como en la onda, se suman a este como galope y se transforma en una cuestión llena de calidad y de detalles súper interesantes.
Venías de “Papá a la Deriva” y ahora sigues en la comedia.
Claro, pero son distintas comedias. Una, la de la hora de las ocho es como más bien una farsa, como que los personajes son, la mala es mala, o sea yo la ceja para arriba la tenía puesta siempre, es casi como una opereta, y lo que viene acá es una comedia romántica, que es mucho más sensible, es más bien como ese cine argentino que tú te matas de la risa, pero los personajes nunca llegan al estereotipo. Que son estilos y que no está malo. Pero los de las ocho tienen más tendencia al estereotipo porque se quiere decir un mensaje mucho más claro, en esto otro en el fondo todos son más o menos condoreados, no son ni malos ni buenos, pero todos necesitarían una buena ida al psicólogo por lo menos antes del psiquiatra.
Se te ve súper cómoda en la comedia.
Yo soy tremendamente feliz haciendo comedia. Nunca le he encontrado nada malo a hacer comedia, de hecho encuentro que hacer comedia es dignísimo, y además, sin ser así como soberbia, encuentro que hacer comedia es difícil. Lograr hacer comedia, hacer reír al otro sin pasarse, sin ser un mono, es muy difícil. Y ahí nos ayuda mucho el Rodrigo Cuevas, la Ximena Carrera y el Nicolás Wellmann, que de verdad escriben increíble y es muy rico hacer estos textos que uno no los discute, y está muy bien armada como en los tiempos. La comedia misma te la da solo el texto, entonces tú te afirmas en un muy buen pilar, y eso es fundamental para hacer una buena comedia también, no tiene que ver solamente con tus gracias, con tu mirada. Tiene que ver con lo tuyo pero unido a un muy buen texto y unos compañeros que son increíbles.
Además de esta teleserie, estás en pantalla con “La Fiera”.
Sí, que impresionante. Esa fue la tercera teleserie de mi vida.
¿Qué recuerdas de esa producción?
Me acuerdo de todo. O sea me acuerdo que mandé hacer esos peluches con gorros rosados, nos dio la onda con los colores pastel. Bueno, sigo trabajando con la Antonieta Moles (diseñadora de vestuario), somos como de la misma generación, entonces tenemos la misma conexión. Decía un polerón con gorrito peluche rosado, sí, ya, aquí está. Toda esta cosa como de los colores pastel, y esa candidez de como que el fin que era casarse justifica todos los medios. No, es maravillosa. Fue uno de los grandes personajes que he disfrutado y aunque que fue mi tercera teleserie la vivo hasta ahora como si hubiese sido hoy día.
La verdad es que no sé, igual me gusto yo como profesional en ese sentido porque no me acuerdo de haber tomado distintos los personajes desde ahí para adelante. Fue una súper buena escuela a nivel televisivo, todo era súper riguroso. Vicente Sabatini era un señor de la tele y un maestro maravilloso. Y todos mis compañeros. O sea, yo cuando hacía “Oro Verde” tomaba desayuno con el Pepe Soza, y conversaba con él y yo le decía estoy en la gloria, estoy con los mejores de los mejores.
Además eran tiempos donde los elencos eran de cuarenta actores.
No, y de los cuarenta, veinte eran súper estrellas del teatro chileno y referentes. Entonces de verdad es rico como haber tenido esa escuela. Hoy día siento como que, bueno yo no soy lo mismo y creo que nunca voy a tener el peso que tenían todos esos actores que estaban ahí conmigo, pero uno trata como de inculcarles a los cabros jóvenes que la cuestión no es leseo. Porque esos mismos señores hacían teatro y todo, pero tomaban la televisión con un respeto y con una responsabilidad, y hoy día lamentablemente siento yo que hay muchos que toman la cuestión como un leseo, como “ya, yo llego a la hora que quiero”, “ya dice a las ocho, pero yo estoy lista a las nueve”. Yo nunca vi eso ni en la Delfina Guzmán que se cambiaba al lado mío, en el mismo camarín, nunca alegó por un vestuario porque confiaba en la labor de los profesionales que se dedicaban a eso. Pepe Soza, o sea el Lucho Alarcón. Podrían haber sido unos divos espantosos y yo veo más divismo en los cabros jóvenes que no entienden mucho el concepto y que no le han ganado a tanta gente, perdón que lo diga así.
Fue una verdadera escuela.
Trabajar ahí a mí me sirvió mucho. De ahí para adelante encuentro que uno es nadie, uno tiene hace que el personaje viva, pero uno tiene que tomar con respeto y responsabilidad todo lo que está haciendo y somos todos iguales. Yo llevo veinte años en esta cuestión, pero yo no voy a llegar más tarde porque me siento mejor, o voy a llegar a aprenderme los textos en el lugar, no sé, hay una cosa con el respeto que yo de verdad lo viví ahí, en esos cinco años que estuve, esos cinco o seis años fueron para mí una escuela fundamental y nunca he salido de esa línea. De verdad que lo agradezco montones.
Disfrutaste esa época de grandes teleseries.
Estuve yo creo en las mejores que se han hecho, y después además pasé al grupo de la Quena cuando empezó a hacer las nocturnas que también son un referente. De verdad que yo, te juro, agradezco todos los días y no sé porque estaba ahí, en el momento indicado. Y estuve, y funcionó, y de verdad han sido escuelas maravillosas, y hay que ser respetuosos de esas escuelas y no creerse la muerte porque uno no es nadie, uno es súper desechable. Puede llegar otra cabra narigona como yo jajaja, que la metan, que tenga mi misma edad y uno tiene que saber que eso pasa, por eso que hay que ser humilde.
De hecho pasa con los grandes actores que son bastante desechados, no hay mucho respeto.
Exacto.
En otros países valoran mucho la trayectoria.
Mucho, y al actor adulto y valorándolo en su adultez, y dándole buenos personajes a gente grande. Mujeres grandes, hombres grandes. Y también están los jóvenes y todo, pero no es como pasaste a ser viejo y eres la abuela nomás.
Volviendo a “Sres. Papis” ¿Cómo invitarías al público a verla?
Tienen que verla porque de verdad es una gran teleserie. No porque sea como la novedad del año, si no que porque de verdad es un muy bonito espejo de hoy. Un espejo que por un lado es como reconfortante, por otro lado que te asusta, pero no te sientes solo. Todas esas cosas que tú has vivido y tu dices seré la única a la que le pasa esta cuestión, no, están todos los personajes pasando lo mismo. Entonces es muy contemporánea. Esta buena, está demasiado buena.
1 comment
Me encanta Francisca!! Muy linda su entrevista recordando su carrera. Se nota que es igual de agradable, sencilla y simpática como se ve. También la escucho en la radio, muy encantadora!
Comments are closed.