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Este lunes, a las 20:00 horas, se estrena la nueva vespertina de TVN. La teleserie que cuenta con la producción ejecutiva de Verónica Saquel y la dirección de Ítalo Galleani y Claudio López de Lérida es una idea original de Sebastián Arrau, quien la escribe junto a los guionistas Jorge Peña, Valeria Hofmann y Bárbara Larenas. Esta historia, con la que la señal retoma la ficción del horario vespertino, marcará el regreso de Claudia Di Girólamo a la televisora, actriz que además se reencontrará en pantalla con su clásico galán: Francisco Reyes, reviviendo así una de las duplas más emblemáticas de las teleseries nacionales.
Claudia Di Girólamo regresa a TVN para interpretar a Diana Názer Stanford, viuda de Santis. Diana es una matriarca en todo sentido, una mujer realizada que ama a su familia, sobre todo a su único hijo, Alexis, a quien le ha pedido tener hijos pronto, pero ni él ni su novia tienen planes de ser padres. Para ella es fundamental el respeto y la lealtad, su preocupación natural se extiende por toda su familia demostrándoles su amor incondicional y apoyo. Al enterarse de que tiene treinta y tres nietos, se enfrentará a Alexis por carecer de sentido paternal y lo obligará a acercarse a sus hijos. Para eso, ella decide buscar a sus nietos incesantemente para ayudarlos a ser felices pero sin declararles la verdad sino que ganándose su confianza porque para ella la familia es lo más sagrado. Querrá mantenerlos reunidos y buscará la manera de que todas las madres de los nietos trabajen para ella. En su búsqueda conocerá a Gary, entregándole sus mejores sentimientos, lamentablemente él no es lo que ella esperaba y mientras buscan a sus nietos, Diana verá cómo este hombre va realizando actos ilegales que la hacen dudar.
Alexis Santis (Emilio Edwards) es el hijo de Diana Názer. El único hombre de la casa es un tipo guapo, inteligente, pero terriblemente conservador. La única locura de su vida fue esa noche negra que lo llevó a donar espermatozoides en un banco, impulsado por unos amigos. Hoy Alexis se ha convertido en un hombre lleno de reglas, que a pesar del infinito amor que siente por su madre, no puede evitar también sentir vergüenza de su personalidad libre e inclusiva. La vida le dará una cachetada cuando el pasado le traiga de vuelta esa noche negra, de la cual salieron treinta y tres hijos. No solo su conservadora novia decidirá suspender el matrimonio, sino que la madre, sin decirle, irá manipulando las cosas para que Alexis se acerque a sus hijos, y quizás, hasta encuentre el amor en una de las madres.
El seductor Gary Méndez (Francisco Reyes) ha dedicado toda su vida a viajar por el mundo practicando la seducción y la estafa. Gary ha pasado su vida buscando a la princesa de sus sueños, sin tener éxito, por lo que se acostumbró a tener una mujer en cada país, amarlas intensamente pero luego dejarlas y volver cuando a él se le dé la gana. Méndez llega a Chile para realizar el robo de una corona y encubierto de mozo en una gran fiesta es cuando conoce a Diana, dándose cuenta que ella es una mujer encantadora. Ve en ella una puerta para cumplir su objetivo y robar la corona, por eso promete a Diana ayudarle a encontrar a los nietos y así ganarse su confianza. Por otra parte Gary tiene a Chantal, una mujer con la cual mantiene una relación sin escrúpulos y que estará contantemente amenazándolo de contar la verdad de su identidad y del robo si él no la ayuda.
La mansión Názer está llena de mujeres, ahí la gran matriarca es Isabelle Stanford (Gloria Münchmeyer). La madre de Diana y Letizia siempre ha sido una mujer mística y levemente ausente. Siempre en su mundo, Diana creció con la imagen del padre mucho más presente y por lo mismo cuando él murió, Isabelle le entregó en vida el trono, ya que la mujer era la única de sus dos hijas que le dio un nieto hombre. Hoy está más ausente que nunca y vive recordando un pasado aristocrático, poco creíble, pero que ella defiende con dientes y uñas por lo que guarda en la casa una corona que usa solo en ocasiones especiales. Isabelle decretó que se le acabaron todas las lágrimas y le quedan poquísimas palabras, por lo que las utiliza si es estrictamente necesario. Por esa misma razón ha encontrado en Soraya una perfecta intérprete de sus emociones. Desde siempre se ha notado la especial preferencia que tiene por Diana y ella no duda en reconocer abiertamente que a los hijos se les quiere diferente y siempre hay preferidos. Para calmar los celos de Letizia, la matriarca la consuela aclarando que ella era la preferida del padre.
Letizia Názer (Ximena Rivas), la hermana de Diana, también vive en la casa junto a sus dos hijas. Letizia es una persona muy negativa, mezquina, caprichosa y demasiado mal humorada, siempre creció a la sombra de Diana, acentuando su amargura y envidia. Tuvo a Leonor y Amalia a una edad tardía y con un hombre que no quería tener hijos, por lo que al poco tiempo se marchó culpando a sus hijas de este hecho. Al pasar los años se ha vuelto aún más insegura y despechada. Verá con suspicacia la llegada de Gary a la familia, a quien comienza a investigar antes de que Diana decida hacerlo parte de la familia. También criticará mucho que su hermana quiera traerse a vivir a sus nietos a la casa poniendo en peligro la seguridad y los negocios de la familia. Poco a poco se comenzará a sentir atraída por Johnny.
Leonor Castillo (Elisa Alemparte) es la hija mayor de Letizia, una joven divertida, cuica y clasista. Estudia obligada por su madre quien insiste en que ella debe velar por las inversiones familiares para que su tía Diana no les quite todo. Es una alumna bastante irregular y líder de carrete. Con la llegada de gente a la casa de la familia, Leonor tratará a todos de chulos e intentará hacer lo posible para sacarlos de ahí, sin embargo poco a poco se obsesionará con Charles.
Por su parte, Amalia Castillo (Geraldine Neary) es una joven fuerte, seductora y conciliadora, le gusta disfrutar de la vida. Está llena de amor siendo tan inclusiva como su tía, a la cual admira y respeta. Le gusta leer poesía, sufre permanentemente por las carencias de su madre y es muy leal a su hermana Leonor. Al igual que su tía, Amalia se fijará en el hombre equivocado, Claudio, al que decide conquistar sin importarle que él no quiera dejar su proyecto de aspirante a sacerdote de lado y hará todo lo posible por hacerlo dudar de su vocación.
Otra mujer que ha marcado la vida de Alexis es María Pepa (Paloma Moreno), su novia. María Pepa es una mujer acomodada que cree ha encontrado al hombre ideal ya que al igual que Santis, no quiere tener hijos por ahora, y busca disfrutar la juventud viajando. Si bien considera un poco excéntrica a la familia de su novio, espera pronto casarse con él para sacarlo de esa casa llena de mujeres y donde está convencida de que no es bien recibida por Diana, quien a toda costa quiere ser abuela. El día en que Alexis le pida matrimonio, su vida cambiará completamente cuando descubra que él fue padre de una niña producto de una donación de espermios que hizo en su juventud y que no tiene claro cuántos hijos más podrían aparecer en su vida.
La verdad de los hijos de Alexis saldrá a flote gracias a Constanza Ríos (Catalina Saavedra). La mujer que trabaja como enfermera en una clínica de fertilidad y, tras observar por años el nacimiento de varios niños, robó una muestra de espermatozoides del donante número siete para convertirse en madre. Así tuvo a Dianita. Con el paso del tiempo, y mientras aún se encontraba embarazada, Constanza comenzó a investigar al padre de su hija, hasta conocer cada detalle de su vida para finalmente irrumpir en la fiesta de este hombre llamado Alexis Santis, alegando por la paternidad de la pequeña. Diana quedará feliz al saber que tiene una nieta y tratará de acercarlas a su familia aún contra los deseos de Alexis.
Dianita Stanford (Teresita Commentz) es una niña madura que muchas veces debe controlar a su mamá de sus arrebatos. Desde que era niña conoció siempre su origen a través de inseminación artificial y nunca tuvo reparos al respecto, por lo que tampoco le molesta que su padre biológico Alexis la rechace tras haber aparecido de improviso en su fiesta reclamando la paternidad. Para Dianita lo importante es la relación con su abuela Diana y la motivará para que pueda encontrar a sus primos.
Otra de las madres será la independiente Matilde Valdés (Josefina Fiebelkorn). De espíritu libre, decidió no estar nunca con un hombre por las constantes peleas e infidelidades de su padre hacía su madre. Aún es virgen pero no renunció a la maternidad, tuvo seis hijas por medio de inseminación de un donante anónimo. Diana se entera que sus hijas son de Alexis y al conocerla ve en ella a la mujer ideal para su hijo, por lo que le ofrece asociarse a su compañía. Es ahí donde Matilde comienza a relacionarse con Alexis logrando una fuerte atracción, una especie de amor y odio debido al machismo de éste. Matilde quiere tener un hijo hombre y buscar ser inseminada nuevamente del mismo donante de sus mellizas, sin embargo, el doctor Álvarez es enfático en afirmar que las muestras del donante siete se terminaron pero ella no se da por vencida. En sus constantes visitas a la clínica, Matilde conocerá a Mauricio Bravo, un nuevo doctor que la hará cuestionarse su decisión de estar sola.
El gran apoyo de Matilde es su nana Trinidad (María Elena Duvauchelle), a quien llama mamá. Ella siempre ha estado junto a Matilde y es quien le ayuda con la crianza de sus sextillizas. También es quien motiva a la joven a salir para que encuentre una pareja y pueda formar una familia, por eso se encargará de analizar muy bien a Mauricio y a Alexis cuando los vea interesados en su querida Matilde.
Pero no todas serán honestas. La arrogante, explotadora, seductora y frívola Chantal Chávez (Blanca Lewin) buscará como sacarle provecho a la situación. Desde muy pequeña Chantal se dio cuenta que su belleza tiene un poder especial, lo que le ha permitido conocer señores con lo que se ha casado y le han dejado herencia. Sin embargo, su gran amor es Gary, quien ahora tiene los ojos puestos en Diana. Aunque Chantal se da cuenta de que Gary se está enamorando de la millonaria viuda por lo que lo obliga a ayudarla para hacer pasar a Claudio como uno de los treinta y tres nietos, y ser la mujer que Diana escoja para casarse con Alexis.
Su hijo Claudio Chávez (Matías Assler) siempre la ha sentido distante. Él es seminarista y más que una vocación religiosa, tiene una vocación de servicio y deseos de justicia, es por eso que no dudará en recurrir al llamado de su madre, quien está decidida a decirle la verdad sobre quién es su padre. Claudio creerá que tiene una abuela que quiere conocerlo y entrará a la casa de la familia Názer donde conocerá a la atrevida Amalia, quien se siente inmediatamente atraída por él. En esa casa, además, se encontrará con Sandra quien trabaja con su familia en el aseo de la casa. Sandra tiene una vocación social que atrae a Claudio, aunque sin duda Amalia logra despertar en él los instintos más carnales.
Otra de las madres que destacará será Juliana Flores (Andrea Velasco), quien pasa metida en las redes sociales. Juliana, quien se considera una mujer feliz, histriónica, impulsiva e ingeniosa. Está casada con Arturo, un hombre machista que controla su vida. Como su marido no podía tener hijos, fue inseminada artificialmente con espermatozoides de Alexis y tuvo dos hijas gemelas. Cuando Diana la conozca le ofrecerá ser su secretaria personal para estar cerca de ella y sus nietas. Ahí Juliana comenzará a sentirse realizada como mujer y luchará por su sueño de ser artista, siempre apoyada por Eduardo Bravo, quien es parte del equipo de limpieza de la familia Názer.
Arturo Villar (Rodrigo Muñoz) es el marido de Juliana. El simpático y viril Arturo es bastante machista e inseguro debido a que su esposa irradia simpatía y belleza y comparte todo eso en las redes sociales. Cuando trataron de tener hijos la naturaleza no le permitió ser padre biológico, por lo que aceptó la propuesta del doctor Álvarez de inseminar a Juliana de un donante anónimo. Aunque cree que el lugar de las mujeres es en la casa, aceptará que su esposa trabaje como secretaria de Diana, creyendo que así cesará en sus intentos de ser una artista, sin saber que en ese lugar habita el papá biológico de sus gemelas y no solo eso, sino que también su esposa podría despertar pasiones en los otros hombres que trabajan para la millonaria familia.
Una quinta madre es Grace Peñaloza (Coca Guazzini). De personalidad alegre, creyente y orgullosa de la vida, se casó con Johnny Bravo con el sueño de tener una gran familia, pero el destino le negaba la posibilidad de convertirse en madre. Tras varios exámenes, descubre que es en realidad Johnny quien no puede tener hijos. Asustada por decir la verdad y llevada por estos deseos de ser madre, Grace ocultó la información a su esposo y, aprovechando que la clínica de fertilidad estaba haciendo un estudio y le ofrecía tratamiento gratis, decidió aceptar los consejos del doctor Álvarez y se inseminó artificialmente varias veces. Hoy tiene cinco hijos: Sandra, Charles, Jorge, Eduardo y Mauricio, este último se acaba de recibir de doctor y llegará a trabajar a la clínica de fertilidad donde podría descubrir el secreto más oscuro de su madre. Diana llega a ella sabiendo que alguno de sus cinco hijos es biológicamente hijo de Alexis, por lo que contratará a la empresa de aseo familiar para que limpien la casa y estar cerca de ellos. Poco a poco Grace sospechará de las intenciones de Diana.
El marido de Grace es Johnny Bravo (Juan Falcón), un hombre bastante conservador, con sus valores bien claros, pero de gran simpatía. Es muy preocupado de su familia, de la cual ha hecho una empresa, de distintos servicios entre los que están la jardinería, mantención y electricidad. Grace los organiza, mientras Johnny negocia y hace las presentaciones. Los días domingos Johnny obliga a todos sus hijos a ir a misa, ya que es una persona sumamente agradecida. Al llegar a la casa de Diana, conoce una nueva realidad y ve en esta familia una opción de ayudar a la suya, por lo que le ofrece distintos negocios a Alexis, además Letizia se siente fuertemente atraída por él, pero Johnny es fiel a su mujer y confía plenamente en ella sin saber que por amor, le ha mentido toda la vida.
Mauricio Bravo (Santiago Tupper) es el mayor de los hijos de Grace y Johnny. Nació minutos antes que su hermano gemelo Eduardo, y se llevó con él la inteligencia y simpatía, que su hermano no obtuvo. Esa brillantez, ha llevado a que su madre lo haya tomado rápidamente como su hijo regalón, y en quien ha puesto su esperanza, empujándolo para entrar a estudiar medicina. Agradecido, Mauricio ha decidido que ya es tiempo de devolver los favores a su familia, por lo que ha optado por olvidar la especialización y comenzar a trabajar y lo hará junto al doctor Álvarez, un hombre muy cercano a su familia y quien fue el principal apoyo de Mauricio en su carrera de médico. En este nuevo trabajo, Mauricio se dará cuenta de grandes secretos que no esperaba descubrir y que no solo calarán profundamente en él, sino que en sus hermanos y sus padres. Mauricio no tardará en sentirse atraído por Matilde, una de las madres que ha llegado a la clínica buscando inseminarse del donante siete.
Eduardo Bravo (Héctor Morales) es mellizo de Mauricio. Ama a su familia por sobre todas las cosas, y aunque no tiene la cabeza de su hermano, tiene mucho amor para dar, de hecho apoya arduamente a su hermano doctor. Trabaja en el negocio familiar como administrador, ya que es lo que estudió, encargándose de los impuestos, movilización y horarios de la empresa. Admira a su hermano profundamente por lo que no le importa que digan que él es menos inteligente. Eduardo está obsesionado por hacer bien su trabajo con alegría y profesionalismo. Será en la casa de la familia Názer donde conocerá a Juliana, una mamá coqueta y simpática, con quien siente una gran conexión, aunque lamentablemente ella tiene su corazón ocupado con un esposo celópata.
Otro de los hijos de Grace es Charles Bravo (Raúl Hoffmann). Desde muy pequeño, Charles ha demostrado una gran habilidad para los deportes, y su sueño es llegar a jugar para la selección de fútbol y dar a sus padres por fin la tranquilidad financiera que necesitan. Sin embargo su madre cree bien poco en la suerte y mucho en el trabajo y por eso desde pequeño lo obliga a ganarse la vida antes que perder horas con la pelota. Charles, a pesar de ser un adulto, por dentro sigue siendo un niño y goza de la vida, como si fuera un partido de fútbol. Entrará a trabajar a la mansión Názer como limpiador de piscina, llamando rápidamente la atención de las mujeres, especialmente de Leonor, la clasista sobrina de Diana.
Jorge Bravo (Simón Pascal) es el mellizo de Charles y es la chispa y el desordenado de la familia, no le faltan las noviecitas que insiste en llevar a la casa. Cuando comience trabajar en la casa de Diana limpiando y como chofer no tardará en quedar flechado de Amalia, la otra sobrina de la mujer. Lo que no sabe es que el corazón de ella ya tiene dueño.
La menor es Sandra Bravo (Denise Rosenthal). La joven tiene un corazón amable pero es rígida con sus hermanos a quienes siempre está controlando. En sus tiempos libres ayuda en la parroquia haciendo labores sociales. Cuando llega a trabajar a la casa de la familia Názer conoce a Claudio, un estudiante a cura, con quien la joven comenzará una amistad que poco a poco comienza a transformarse en amor. Sin embargo, Sandra quedará profundamente desilusionada cuando vea a Claudio caer en las redes de Amalia.
El responsable del nacimiento de los treinta y tres nietos de Diana es Francisco Álvarez (Gonzalo Robles), un doctor narcisista, ambicioso y fanático de la biología. Ama su profesión, siempre está al tanto de medicina moderna y hace lo imposible por lograr cumplir a las mujeres el sueño de ser madres. Así se hizo muy cercano a Grace y más tarde a su familia, la que ayudó a crear. Gracias al donante número siete, su laboratorio se llenó de fama, ya que los niños nacidos de esta donación tienen una genética superior. Álvarez luchará con todas sus armas para detener a Diana en la búsqueda de sus nietos, ya que al conocerse la identidad de uno de sus donadores está en juego la ética de su negocio.
En la mansión Názer también viven Soraya Flores (Dolores Pedro) y Hortensia (Claudia Hidalgo). La kinesióloga cubana Soraya es una muestra clara del espíritu de inclusión que reina en la casa de Diana. Con piel negra y una simpatía caribeña, la dulce y misteriosa mujer se ganó un lugar fundamental en el corazón de Isabelle, que cuando decidió que ya había gastado demasiado palabras, encontró en ella a la mujer ideal para que interprete sus deseos. Soraya es leal a su patrona, pero muchas veces los familiares no saben si realmente la mujer está interpretando los deseos de la abuela o los propios. Su coquetería caribeña será rápidamente despertada cuando el atractivo Gary aparezca en la casa de su patrona. Sin embargo, la lealtad a la familia que la recibió, la hará reprimir sus deseos al ver a Diana interesada en él.
Hortensia es la nana de la familia Názer quien verá cómo la tranquilidad de su cocina y de la casa completa cambia con la llegada de tanta gente. Los Bravo llegarán a invadir la casa, metiéndose en los lugares que ella se considera suyos. Al igual que todas las mujeres de la casa, sentirá cierto interés por Gary, un misterioso pero galante y atractivo hombre a quien conoció vestido de mozo en una fiesta familiar, pero que poco a poco ha pasado a ser casi parte de la familia.