El 23 de marzo de 1992, el canal estatal lanza al aire su nueva vespertina, “Trampas y Caretas”, presentada como “La teleserie fresca de TVN”, un slogan con el que buscó enganchar a sus televidentes luego del fracaso de “Volver a Empezar” el año anterior. Hoy, la versión local de “Transas e Caretas”, emitida por TV Globo en 1984, y escrita por Lauro César Muniz, cumple veinte años desde su estreno.
Adaptada en Chile por los guionistas Jorge Marchant Lazcano y Sergio Bravo, es una de las mejores teleseries de los años 90, la que marcó un antes y un después de las producciones de TVN, y donde comienza el éxito de Vicente Sabatini y su equipo.
Los fanáticos de las teleseries, y especialmente de “Trampas y Caretas”, aún tienen recuerdos de los personajes y sus historias. A las nuevas generaciones, les contamos que la trama cuenta la historia de Carmen Mackenna (Jael Unger), una mujer adinerada que tiene la obsesión de casar a sus dos hijos: Maximiliano (Francisco Reyes) y Luis Felipe (Bastián Bodenhöfer), motivándolos a que el que primero se case y le diera un nieto, heredará su fortuna. Es por eso que contrata a Mariana Ríos (Claudia Di Girólamo), una ejecutiva cesante, a la cual le encomienda el trabajo de enamorarlos y casarse con el que más ame, a cambio de un generoso cheque mensual.