Los habitantes de Pampa Ilusión abandonan la oficina. Sólo quedan Inés (Claudia Di Girólamo) y José Miguel (Francisco Reyes) quienes cierran los portones del lugar. Inostroza le señala a Inés que tienen un tema pendiente. Ella le dice que ya ha decidido pasar el resto de su vida junto a él. Se besan, suben al auto y se marchan. Así termina la teleserie de TVN que emitió su final el 3 de agosto del 2001, justo diez años atrás.
Por lo mismo quisimos saber cómo la recuerdan cuatro de los actores que fueron parte de la producción que tuvo como gran desafío grabar en el árido desierto chileno, y restaurar parte de la oficina salitrera de Humberstone. La historia de época fue dirigida por Vicente Sabatini, y escrita por Víctor Carrasco, Larissa Contreras, María José Galleguillos y Alexis Moreno.
Consuelo Holzapfel, Asunción Echeñique: “Hacer una ‘mala’ me pareció muy atractivo. Ahora el hecho de hacer los exteriores en Humberstone para mí y creo no equivocarme, para todo el equipo, fue un potencial único y muy profundo. Ocupar esas dependencias que fueron habitadas y que supuestamente están cargadas de fuertes vivencias nortinas, de trabajo duro, de sacrificio e injusticias, de abusos de poder, de amores. Significo una constante sensibilidad y emocionalidad que conmovía. Fue duro tolerar y soportar la constante arenilla y polvo en el ambiente por el permanente viento nortino. Largas horas a la intemperie a todo sol con este polvillo se hacía a veces muy difícil. Como también el cambio de temperatura del día a la noche (escenas nocturnas) era muy drástico y fuerte. El esfuerzo de TVN en tener el espacio de vestuario, maquillaje, peinado y espera tan bien implementado y organizado a la perfección, ayudaba muchísimo a eso”.
Alessandra Guerzoni, Miss Emily Thomas Scott: “Fue una gran experiencia porque la teleserie estaba excelentemente escrita y muy entretenida de interpretar, la producción fue de lujo y el proceso de preparación nos permitió llegar a las grabaciones empapados de historia, herramientas, bailes, sabores, anécdotas y atmósferas del pasado. Además que el contexto de Humberstone y el desierto era simplemente único y de por si un enorme estímulo para la creación. Lo que más me quedó marcado en el corazón y la memoria es el verdadero lujo que implicó vivir esos días y noches a lo largo de un año en el desierto, en la pampa, su historia, sus salitreras, sentirse parte de un legado de historia y vidas que aún quedan tan misteriosamente presentes en esos parajes. los panoramas maravillosos, los contrastes de las luces y los colores, el extraordinario silencio cortado solo por el ruido del viento, las puestas de sol, los cielos tan increíblemente estrellados durante las noches y aliñados con el temor de los fantasmas. Los lúdicos chapuzones en la piscina inflable que compramos entre todos para sobrellevar el calor seco de las largas jornadas en el desierto y las esperas que implicaba grabar en un lugar tan remoto de todo. En suma el sentirse colectivamente parte de una experiencia extraordinariamente única”.
Felipe Ríos, Luciano Pereira: “Viajar al norte era maravilloso, los personajes que se lograban era de una muy bella factura y el trabajo en equipo era primordial. Mi rol es uno de los que más me ha gustado hacer y lo disfrute a mango, además compartir escenas con Marés González, era toda una teleserie y de las buenas. Por otra parte, la temática que se tocaba es parte de la historia de Chile, y se trató de reflejar un pedacito de ella”.
Claudio González, Rómulo Verdugo: “Creo que es la mejor teleserie hecha hasta ahora, por varios motivos, uno por la historia que habla de un lugar político de nuestro país que ha estado desde tiempos históricos; el tema del patrón y el empleado y todos los escalafones de la pirámide que hay entremedio, de sus diferencias y de la desigualdad, y que aún en nuestros días está tan presente en lo cotidiano y que cruza toda nuestra sociedad. Además de la calidad interpretativa del elenco y la no subordinación al rating. Otro motivo dice relación con la recreación histórica que para esa época (e incluso hoy) era un gran desafío en términos de producción. De ella recuerdo a grandes personajes y grandes temas políticos que tenían un paralelo bastante particular en lo contemporáneo. Recuerdo que toda la enfermedad de Mr. Clark tenía su correlato en la detención de Pinochet en Londres, el exilio de Inés y su posterior llegada a la oficina hablaba de muchas otras cosas, que de una u otra forma nos ayudaban a entender como en nuestro país se trata de ningunear, anular o dejar a un lado lo que nos resulta desagradable o que viene a mostrarnos verdades que no se quieren ver. Junto con eso el personaje de Alfredo Castro, un tartufo de poca monta que reflejaba a todos aquellos pechoños y/o sacerdotes de doble vida y que tanto han dado que hablar estos últimos años. Y por último recuerdo a Claudia Cabezas en un rol precioso y del cual estuve enamorado la teleserie entera, María Paita”.
El elenco estaba compuesto por Claudia Di Girólamo, Francisco Reyes, Héctor Noguera, Delfina Guzmán, Francisco Melo, Alfredo Castro, Francisca Imboden, Álvaro Morales, Luis Alarcón, Amparo Noguera, José Soza, Tamara Acosta, Juan Falcón, Antonia Zegers, Eduardo Barril, Ximena Rivas, Mares González, Ricardo Fernández, Blanca Lewin, Álvaro Espinoza, Pablo Schwarz, Claudia Cabezas, Néstor Cantillana, Sergio Hernández, Violeta Vidaurre, Luz Jiménez, Oscar Hernández, Carmen Disa Gutiérrez, Erto Pantoja, Roxana Campos, Rodrigo Pérez, Consuelo Holzapfel, Claudio González, Alessandra Guerzoni, Felipe Ríos, Mauricio Insunza, Daniela Lhorente, María José Necochea, Mireya Veliz, Héctor Aguilar y Eduardo Soto.